La vuelta de Ana Carrasco al mundial de MotoGP es una las grandes noticias con las que comenzamos esta temporada 2022.Tras convertirse en Campeona del Mundo de la categoría de SSP300, se úne al equipo de BOÉ SKX, compartiendo box con sus compatriotas David Muñoz y Gerard Riu, convirtiéndose de nuevo en una de las pocas mejores que disputan el campeonato del mundo.
Junto a María Herrera, participante de la categoría de MotoE, Carrasco trabaja por demostrar que las mujeres pueden competir del mismo modo que las mujeres. Pero sobre todo, por demostrar a las más jóvenes que las puertas del mundo del motociclismo están abiertas para todas y cada una de ellas.
MotoGP ha hablado con Carrasco, para que los seguidores del motociclismo, conozcan en profundidad el trayecto y la personalidad de esta Campeona del Mundo. Para ello, comienzan por ofrecernos la visión de Ana tras conseguir ser la primera mujer en convertirse en Campeona del Mundo: “Es importante que una mujer consiga un campeonato, porque es algo muy significante para los jóvenes. Estamos mostrando que una mujer puede ser competitiva en este deporte, todo el mundo sabe que una mujer puede correr, así que quizás ganar el campeonato no sea tan complicado para la siguiente. Aunque los otros pilotos fuesen hombres, yo solo pensaba en ser rápida, ser mejor y estar entre los pilotos top”.
Con referencia al lema “Run like a woman”, Carrasco ha querido explicar su importancia en su trabajo como profesional. Desde su entrada en el motociclismo, ha tenido que aguantar comentarios machistas, en el que se le consideraba inferior con respecto a sus compañeros. Mucha gente piensa que es una broma agradable para las mujeres, pero ha querido desmentir esto. Al contrario, su objetivo es el de modificar este sentido: “Normalmente la gente cree que el lema de “corres como una mujer” es una broma, e intentamos cambiarlo”.
Su infancia es otro de los puntos a tratar. Ana ha querido dar importancia a la labor de su padre, como principal mentor. Como la mayoría de pilotos, se subió por primera vez a una moto con una corta edad, como un hobbie, sin embargo, sería su padre quien viera en ella que era capaz de ser alguien importante: “Mi padre es mecánico y tenemos un garaje, y mi padre también trabajaba en las carreras. Mucho más de lo que yo quería era como un hobbie, pensaba en convertirme en una profesional. Era como un juego, y entonces cuando pasé a mi campeonato, las cosas empezaron a ser más profesionales y entonces tuve la oportunidad de entrar en el campeonato mundial, y eso fue otro mundo para mí”.
Su entrada en el Mundial en 2013 levantó muchas argumentaciones, sin embargo, la piloto murciana supo responder en pista que era una mujer pero que podía hacer la misma labor que sus compañeros de paddock. Lo que no ha negado es que fue bastante difícil para ella adaptarse a esta categoría. Por lo que la oportunidad de unirse al Paddock de Superbike, fue un punto de inflexión en su carrera. En concreto, a la categoría de SSP300, donde lograría convertirse en Campeona del Mundo en el año 2018.
Contar con el apoyo de sus familiares y personas cercanas en su vida, le permitieron adaptarse rápidamente a esta categoría. Poder ser competitiva y al mismo tiempo, sentirse rápida de nuevo y ser capaz de ganar carreras, le permitieron crecer como piloto y ser considerada igual al resto de compañeros: “Ser competitiva era muy agradable para mí por sentirme rápida de nuevo y ser capaz de ganar carreras. Yo era un piloto normal, que vivió el Paddock de SBK siendo una campeona del Mundo, es un poco diferente”.
La temporada 2020 no fue nada fácil. Tras sufrir una doble fractura de las vértebras después de una caída en los test, Ana Carrasco se vio obligada a alejarse de los circuitos para comenzar un proceso de recuperación largo: “Para mí el 2021 fue un año muy muy duro, pero aprendí mucho porque empecé a centrarme en mí misma, tratar de recuperarme a mí misma y que era capaz de ser mejor”.
Las cicatrices en su piel se convirtieron en un símbolo de su recuperación. La confianza ofrecida por su equipo y personas cercanas le llevaron a crear un lema que definiera esta situación: “Las cicatrices son mi historia. Te hacen fuerte, te hacen ser mejor”.
Este largo proceso de recuperación le ha permitido llegar hasta esta temporada, en el que afirma encontrarse en su mejor momento, según contaba para As.com: “Me hace ilusión porque después de cinco temporadas en SSP300, que venga un proyecto así, con un equipo que ya conozco, con gente junto a la que ya había trabajado antes… pues la verdad que llega en un buen momento. Deportivamente creo que estoy en mi mejor momento y me pilla con mucha más experiencia que cuando estuve en el Mundial. He aprendido muchísimo durante todos estos años y al final se agradece tener una oportunidad así, porque creo que es un buen momento para poder aprovecharla”.
Esta oportunidad llego a principios de temporada, a principios de enero, pero no impidió que Ana aceptase desde el primer momento: “El equipo me llamó casi en el último momento, por enero pero fue una gran oportunidad para mí para mi carrera. La moto es para mí. He tenido esa experiencia en el pasado pero realmente todo es diferente, así que estoy intentado adaptarme a la nueva moto, es difícil para mí encontrar el límite de la moto”.
Esta temporada, por tanto, centra su objetivo en adaptarse a la moto. Sin embargo, no deja de lado los planes de futuros: “En estos momentos no estoy siendo rápida, pero estoy ganando la confianza para serlo y poder correr. Trabajar mejor, cuando eres joven no sabes manejarte. Ahora mismo para mí es más fácil, conocerme. Puedo luchar por ganar carreras y ser rápida en Moto3, ser capaz de subir a moto2 y quizás tenga la oportunidad de entrar en MotoGP pero en estos momentos estoy pensando solo en el momento”.