El largo invierno sin motos en pista siempre tiene fechas señaladas en rojo en el calendario. Las presentaciones de los equipos llenan de emoción a los aficionados, ansiosos por que llegue el 26 de marzo, día en el que arrancará la temporada 2017. Ayer, el Movistar Yamaha se vistió de largo para mostrar su nueva montura y su nueva alineación de pilotos, con Maverick Viñales como principal novedad. Pocas horas después, Ducati ha hecho lo propio. Era uno de los momentos más esperados, y no ha defraudado. Era más que una simple presentación, era el inicio de una nueva etapa en la marca italiana, la de rememorar aquello que, de la mano de Casey Stoner, lograron diez años atrás

Esta nueva era viene marcada por una de las novedades más sonadas de la historia reciente de MotoGP. Jorge Lorenzo, tricampeón del mundo en la categoría reina, aterriza en Ducati con la misión de devolver a la parroquia ducatista a lo más alto. Hoy, el balear ya ha lucido el carismático color rojo que le acompañará en su nuevo camino. Lorenzo, por ello, no ha podido mostrarse más satisfecho durante el acto. Preguntado por cómo se ha sentido en sus primeras semanas como ducatista, se ha mostrado muy sorprendido por el cariño que le han brindado sus compañeros en la fábrica. "No me esperaba este recibimiento. Desde el primer día me he sentido en familia en este equipo", reconoció el piloto balear. 

Toda la plana mayor de Ducati ha estado presente en el acto | Foto: Ducati Motor

En cuanto a sus primeras sensaciones a lomos de la DesmosediciGP –ya la pudo probar en el test colectivo celebrado en Valencia en el mes de noviembre–, el balear también se ha mostrado relativamente sorprendido. "El primer día fue algo chocante. Me impactó la estabilidad de la moto y lo dócil que es en aceleración a pesar de la potencia que tiene", relató el ya ex-piloto de Yamaha. Preguntado por cuál debe ser el objetivo en 2017, Lorenzo fue honesto. "No podemos aspirar a nada que no sea ser campeones. Será difícil, puesto que tendremos rivales muy talentosos, pero lo tenemos todo para ser campeones", reconoció Jorge, quien sentenció que "si somos fuertes como equipo, lograremos el objetivo"

"2017 será un año importante para Ducati"

Al otro lado del garaje, Andrea Dovizioso afronta en 2017 su décima temporada en la categoría reina, la quinta en Ducati. Ganador de una carrera –la del GP de Malasia– siete años después, el italiano ha reconocido que es un honor tener a un piloto como Jorge Lorenzo como compañero de equipo. Además, el buen final de temporada que tuvo le hace ser optimista de cara a lo que puede deparar el 2017, tanto para él como para Ducati. "Terminamos el 2016 muy bien, con buenos resultados. En 2017 partimos con una buena base que nos permite tener más aspiraciones", reconoció Dovi'. El campeón del mundo de 125cc en 2004, a su vez, afirmó taxativamente que "2017 será un año importante para Ducati"

En la línea mostrada por Dovizioso también se han manifestado los máximos dirigentes de la marca de Borgo Panigale. Claudio Domenicali, CEO de la marca italiana, ha afirmado que el objetivo no debe ser otro que "ser campeones del Mundo". Por su parte, Gigi Dall'igna, director técnico y creador de la DesmosediciGP, ha rebajado un poco el tono. "No somos los favoritos, los adversarios que tendremos son muy fuertes", afirmó durante su discurso previo a la presentación de las motos de Lorenzo y de Dovizioso. A pesar de ello, Dall'igna manifestó que, con la incorporación de Lorenzo al equipo Ducati, sus opciones serán mayores. "Fichamos a Jorge para poder luchar por el Mundial, no hay excusas", reconoció el gurú de la técnica de Borgo Panigale. 

Sin la moto definitiva hasta Qatar

En pocos días darán inicio los test de Malasia, en el circuito de Sepang. Allí, las fábricas retomaran el camino iniciado allá por el mes de noviembre en Valencia. En el caso de Ducati, pero, no lo harán con su moto definitiva. Dall'igna ha afirmado durante el acto que, salvo sorpresa, no decidirán con qué moto disputar la primera cita del Mundial hasta el último test de la pretemporada, que se realizará en el mes de marzo en Qatar. El trabajo que harán los ducatistas en Malasia y, posteriormente, en Phillip Island, pues, será duro y exhaustivo. No quieren dejar ningún cabo suelto. Es su año, no pueden fallar. En poco más de dos meses arranca el sueño; en diez días, los test de Malasia. La espera se va acabando, Qatar ya está un poco más cerca. 

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