Allá por 1848 se encontró oro en San Francisco. La noticia empezó a llegar a todos los rincones del país —con el comprensible retardo de la época— y en 1849 se dio el pistoletazo de salida a lo que posteriormente se acabaría conociendo como la Fiebre del Oro de California. Unos cuantos años después, serían estos trabajadores que migraron masivamente a la zona, los que darían nombre a la franquicia de fútbol americano instalada en San Francisco: los 49ers.

¿A qué se debe esta introducción tan poco deportiva en una crónica de fútbol americano? Pues a que se ha vuelto a encontrar oro en el lugar. Y llegó a precio de saldo. Jimmy Garoppolo ha conquistado el corazón de la franquicia aurirroja en los cuatro encuentros que ha disputado, coronando en la jornada de ayer una montaña que se antojaba insuperable. Los Jacksonville Jaguars llegaban a la ciudad con la mejor defensa de la liga, con un frente defensivo temible y una secundaria sin fisuras. Y se marcharon del Levi's Stadium con cuarenta y cuatro puntazos en la frente.

Ya desde el primer drive del encuentro los locales se mostraron con ganas de dominar. El propio Garoppolo coronó por vía terrestre una secuencia que acabó en touchdown. La primera vez en toda la temporada que los Jaguars doblaban la rodilla y concedían seis puntos de primeras. El partido se convirtió en un toma y daca, un intercambio de golpes entre Bortles y Garoppolo, con ambos jugadores dejando momentos de auténtica brillantez en el campo.

No estuvieron exentos del error eventual. De hecho, el cuidado del balón fue el factor diferencial en el encuentro. Garoppolo vio uno de sus pases ser interceptado —un peaje casi obligatorio cuando juegas contra los Jaguars—, mientras que los 'Niners' se hicieron con tres balones de Bortles. Dontae Johnson fue capaz de convertir su intercepción en puntos mediante un retorno de cincuenta yardas que además abrió brecha en el marcador. Con 16-0 en contra los Jaguars consiguieron bloquear el punto extra y devolverlo para dos puntos. Otros dos touchdowns visitantes en el segundo cuarto mandarían el partido al descanso con empate a 16.

El tercer cuarto se fue con una patada de Lambo para los visitantes y un touchdown de Garoppolo y Kittle, reservando el espectáculo para el final. Garoppolo conectó con Taylor en la zona de anotación y más adelante sería Carlos Hyde el que cruzaría la línea de gol, de forma terrestre, para poner el marcador en 19-37 a favor. Y entonces fue Bortles el que se puso la capa de héroe y condujo a su equipo en una excelente secuencia de dieciseis jugadas para recorrer 85 yardas y acabar con TJ Yeldon encontrando la pintura y recortando la distancia en el marcador. Los Jaguars se pusieron cuatro puntos por detrás poco después, cuando Bortles encontró a O'Shaughnessy para otros seis puntos. Con una desventaja corta y la necesidad de una parada defensiva para intentar ganar el partido sobre la bocina, las aspiraciones del conjunto de Florida fueron aplastadas por una carrera de 30 yardas de Matt Breida que acabó en la zona de anotación y dejó el marcador en el definitivo 33-44.

Los Jaguars pierden de esta forma la opción de robar a los Patriots el bye de primera ronda de postemporada, y necesitan ahora que los Steelers pierdan sus dos partidos restantes para que, victoria ante Titans mediante, puedan adelantarlos y ahorrarse pasar por la ronda de wildcard. La derrota de los Titans ante los Rams convierte a los Jaguars, aún perdiendo, en campeones de la división sur de la AFC por primera vez en su historia. Los 49ers suman otra victoria, la quinta de la temporada —cuarta de forma consecutiva— y extienden la racha perfecta de Garoppolo, que no conoce la derrota como titular en su carrera.

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