Sin apenas desgaste llegaba Tomas Berdych a los cuartos de final. Por su parte, Dolgopolov llevaba prácticamente una semana jugando ya que había disputado la fase previa de este Masters 1000 de Cincinnati. Aún así, llegaba con juego para intentar derrotar por primera vez en su carrera deportiva al checo.
Brillante Dolgopolov
El embrollado juego de Dolgopolov no pudo con Berdych durante la apertura. Pilló de sopetón al checo pero levantando una bola de rotura sacó su primer juego adelante. Sin embargo, los cambios de ritmos no estaban siendo muy apropiados para él. Además, el tenista ucraniano se encontraba muy meticuloso en pista y lo que era cuestión de tiempo fue sentenciado.
Variaba muy bien sus golpes y la concentración se sumaba al nivel ofrecido. Berdych, estaba siendo incapaz de limitar el juego directo. También se complementaba el factor de ver a su oponente muy bien situado sobre el cemento de Cincinnati ya que su estilo de juego no estaba siendo eficaz. Esa rotura fue suficiente para colocarse un set por arriba. El checo, siguió sufriendo con su potente saque y se notaba que a ese ritmo no se encontraba nada cómodo.
La dinámica no cambió. Alexandr no se bajó del burro y siguió haciendo lo que más quería. Un juego muy difícil de prever con un Tomas cada vez más apático. Tras recibir la rotura, el checo pidió la asistencia al fisioterapeuta para que le vendara el tobillo izquierdo. El breve parón no sirvio para que el número 66 del mundo se despistara y en el siguiente juego se adjudicó el tercer break del duelo.
Finalmente, el ucraniano selló el choque con un 6-4 y 6-2 en una gran velada para él. En siguiente ronda, deberá de enfrentarse al número uno mundial. Si jugara como lo hizo con Berdych seguro que le pondrá problemas al serbio. Sin embargo, Dolgopolov suele cambiar radicalmente de un día para otro.