Nadie se esperaba su mágica final en Roland Garros donde consiguió poner a Serena Williams en apuros en un partido que la estadounidense tenía prácticamente controlado. De ahí llegó su confirmación entre las mejores tras las semifinales obtenidas el año 2014 en las pistas del All England Tennis Club.
Primera parte discreta
El comienzo de año no fue muy bueno para la actual número seis mundial. Su papel en el Abierto de Australia fue caer en primera ronda ante Yaroslava Schedova después de despedirse de Brisbane a las primeras de cambio. Aún así, los paises árabes comenzaron a presagiar el buen momento de Lucie. En Dubai alcanzó los cuartos de final y en Doha se llevó el trofeo doblegando a jugadoras como Vika Azarenka, Carla Suárez, Andrea Petkovic o Ekaterina Makarova.
Parecía que su temporada en tierra batida iba a ser discreta como en las anteriores ediciones alcanzando los cuartos de final en Madrid y llegando a segunda ronda en Roma, pero el bombazo llegó desde París consiguiendo llegar a la última ronda derrotando a nombres prestigiosos como Sabine Lisicki, Maria Sharapova, Garbiñe Muguruza o Ana Ivanovic, todas de ellas finalistas de Grand Slams.
El momento de quedarse
Los octavos de final fueron el freno de Lucie en Wimbledon pero a partir de aquel momento tenía la presión de ser una de las mejores tenistas del momento ya que ocupaba uno de los mejores diez puestos. El torneo de Toronto fue discreto cayendo ante la luchadora Daria Gavrilova y en Cincinnati llegó a los cuartos de final donde fue sometida por Elina Svitolina.
A este último Grand Slam llegará con mucha confianza tras su buen papel en el torneo previo que se juega en New Haven. Ella sabe que este torneo nunca le ha ido bien y que su mejor edición fue el pasado año alcanzando la cuarta ronda. No obstante, la jugadora checa sabe que esta temporada llega con mejor ranking dando posiblidades a que se le abra el cuadro y poder llegar lejos.
En los Grand Slams las grandes jugadoras se hacen aún más grandes y competitivas y Lucie Safarova ha demostrado ser una jugadora con mucho amor própio y con un gran espíritu de lucha y superación. A sus 28 años está pasando su mejor momento en individuales o ¿Quizá el futuro de la tenista nacida en Brno y residente en Montecarlo podría ser mejor del que ahora disfruta?