Llegó la fase decisiva del Qatar ExxonMobile Open y el número uno del mundo se puso serio. El escocés Andy Murray ejerció su condición de mejor tenista del mundo y no dio opción al número diez del mundo, el checo Tomas Berdych, en las semifinales del ATP 250 de Doha al derrotarle por la vía rápida en la que es la séptima victoria consecutiva del escocés sobre el checo. Murray dominó de principio a fin el encuentro y establece, de esta manera, el primer gran duelo de esta temporada recién comenzada al citarse con su más inmediato rival, el serbio Novak Djokovic, en la final de mañana sábado. 

Murray, cada vez más sólido: 22 golpes ganadores por 13 errores no forzados. Berdych, por su parte, hizo 25 y 24, respectivamente.La motivación y las sensaciones del número uno del mundo no tenían nada que ver a las de sus anteriores encuentros. El hecho de enfrentarse a un jugador, Tomas Berdych,  al que había derrotado en sus seis últimos precedentes entre ambos dio al escocés una sensación de total y absoluto control sobre la pista. Mientras Murray ganaba sus servicios con facilidad (sólo perdió cinco puntos durante la primera manga), en el otro lado de la pista a Berdych le costaba dios y ayuda conservar los suyos. Tras diez minutos de sufrimiento, el checo logró establecer el uno a uno en el marcador pero la rotura de servicio se veía venir. Y eso fue lo que ocurrió en el siguiente turno de saque de Berdych, donde el escocés, con un buen revés a la línea y una gran volea de revés, lograba el primer break del partido, que a la postre sería decisivo para el devenir del primer parcial. 

Murray pudo, incluso, poner fin al set con 5-2 al disponer de una bola de set al resto pero extrañamente tiró al pasillo de dobles un revés bastante sencillo para él. No le importó al de Dunblane, ya que, en el juego siguiente y ayudado una vez más por su gran primer servicio, liquidó el set por 6-3 tras 45 minutos de juego. 

Murray mantiene el control

Durante el parón entre set y set Berdych tuvo que ser atendido por unas molestias en su pie derecho pero afortunadamente el checo pudo regresar a la pista con normalidad. Aunque lo que no cambió fue el escenario. Durante toda la segunda manga Murray mantuvo el control del partido ante un Berdych que, como es habitual en él, no terminaba de tener la convicción necesaria para darle la vuelta a la situación. 

Murray va poco a poco mostrándose más agresivo: 11 puntos en la red de 15 subidas El set arrancó con tres roturas de saque consecutivas, dos para el escocés y una para el checo. Murray cedió su servicio en el cuarto juego pero acto seguido recuperó la iniciativa y ya no la soltó. Con dos restos ganadores, uno de derecha y otro de revés, Berdych logró dar cierta incertidumbre al partido salvando los dos primeros match points del británico pero éste se puso serio y con dos puntos de saque seguidos cerró el segundo set por 6-4 sellando de esta manera su presencia en la gran final de mañana sábado ante su más inmediato perseguidor, el serbio Novak Djokovic

El de mañana será, de este modo, el primer duelo entre el número uno y el dos del mundo. Si Murray vence, logrará su tercer título en Doha y el número 45 de su carrera. Si, por el contrario, fuera Djokovic el que se llevara el gato al agua, retendría el título del año pasado y sumaría su entorchado número 67 como profesional. Mes y medio después, los dos mejores tenistas del mundo volverán a verse las caras. Las espadas vuelven a estar en todo lo alto.