Por segunda semana consecutiva, Caroline Wozniacki está en la final del torneo en el que se encuentra. Y además no son torneos cualquiera. El torneo que se está jugando esta semana en Dubai está categorizado como un Premier 5, es decir, la tercera categoría más importante del tenis femenino por detrás de los Grand Slam y de los Premier Mandatory, mientras que el disputado la semana pasado en la ciudad qatarí de Doha es un Premier, o sea, la cuarta categoría.

A estos torneos han acudido las mejores jugadoras del mundo, exceptuando a Serena Williams. Esto da mayor mérito a los resultados que está consiguiendo Wozniacki, puesto que se producen frente a tenistas que tienen un ranking mejor que ella, es decir, que demuestra que puede batir a cualquiera, y que está preparada para intentar conseguir por fin un Grand Slam. Todavía es joven para ello, puesto que a pesar de su dilatada carrera solo cuenta con 26 años.

Un partido sin fisuras

Sevastova es una jugadora que prometía mucho, pero a la que las lesiones la frenaron prematuramente. Con los mismos años que Wozniacki fue precisamente la danesa la que la frenó en la que había sido su mejor participación hasta el momento en un Grand Slam: los cuartos de final del US Open 2016. Un torneo en el que ganó a Muguruza y a Konta demostrando que tiene talento y que todavía hay tiempo para mostrarlo.

El revés funcionó de maravilla a WozniackiEl encuentro comenzó muy igualado, ambas jugadoras se estuvieron estudiando durante los primeros compases del encuentro, y se mostraban realmente seguras al servicio. Pero esto duró hasta que Wozniacki se puso seria. Con ese increíble revés paralelo que tiene como seña de identidad, la danesa comenzó a mandar en el partido y Sevastova claudicó rápidamente. Una única rotura le sirvió para llevarse un set en el que no tuvo que salvar ninguna bola de break en contra.

La segunda manga fue algo más igualada. La letona empezó a golpear más fuerte la pelota al ver que no tenía nada que perder, pero Wozniacki demostró que tanto en el juego de ataque como en el de la defensa sabe moverse como pez en el agua. Aguantó el tipo y rompió el saque de su rival. Sin embargo, Sevastova no se iba a ir sin luchar y recuperó su servicio para seguir dando guerra en el encuentro. Pero la danesa quería acabar rápido el encuentro y en un gran juego al resto consiguió la rotura que, a la postre, sería definitiva. En la final se verá las caras con la ucraniana Elina Svitolina, que en la otra semifinal doblegaba a Angelique Kerber.