Fue un verdadero cotejo el que entregaron el escocés, uno de los grandes favoritos, y el siempre respetado Fabio Fognini. Ambos desplegaron momentos de un tenis de alto vuelo sobre la hierba del All England Tennis Club de Londres. El partido se resolvió en algo más de dos horas y 30 minutos. 

Si Murray pensaba que el duelo se resolvería en tres sets corridos, sería haber subestimado un poco las oportunidades del italiano, que consiguió quedarse luego de un cómodo 6-2, con la segunda manga por 6-4 y así ya empezar a incomodarlo. Ni que hablar más tarde en el cuarto, cuando llegó el primero del escalafón mundial llegó a estar 2-5 y salvó cinco set points.

La historia comenzaba ya pareja entre ambos, hasta que Murray consigue un 3-2 en el desarrollo del quinto juego, donde logra escaparse en el resultado del primer parcial. Con el servicio de su rival, logra un quiebre importantisimo, de esos momentos del set cuando resulta clave y preciso conseguirlo y aspirar a cerrarlo en su favor.  El italiano cae en un 0-30, tras una buena volea y un error forzado con su drive, luego se empareja en un 30-30, que se resolvería por el lado del escocés y ya estaba 4-2.

Para el siguiente juego, el británico pudo levantar un 30-0 en contra y ponerse 40-40, para llegar con ventaja y con un saque directo, lograr el 5-2 que lo dejaba a un paso de la obtención del primer parcial, hecho que confirmó en el octavo game, después de un 15-30 y un error no forzado con la derecha de Fognini.

Sin embargo luego de muchos errores, que lo llevaron a 2-4 con el que Murray se limitó a apurar los trámites en el primero fueron un ejemplo a seguir en la segunda manga, cuando tras un break point logró imponerse 4-2 y allí empezar a sembrar inquietud en su rival.  El britanico resiste con un 3-5, sin embargo no alcanzaría para que su oponente lo cierre en su favor, ya que solo alcanzó a descontar en el noveno juego.

Murray golpeando una bola desde el fondo de pista | Foto: Zimbio
Murray golpeando una bola desde el fondo de pista | Foto: Zimbio
  • Los sets finales y la gran definición del partido

Ya en el tercer set, el partido se acomodaba más a lo que fueron los games iniciales, con un Murray jugando de manera fenomenal y definiendo bien los games de su lado, con su saque e incluso quebrándole al italiano, quien acababa de dar muestras de estar vivo. De todos modos arrancaría el tercero, con un lapidario 4-1, producto del despliegue generado en los juegos anteriores y parecía que la confianza volvía en el mejor de todos. De modo que pudo cerrarlo 6-1 y la balanza se inclinaba otra vez en el británico que ya pensaba en una hipotética ronda de octavos en Wimbledon.

Sin embargo, Fognini sorprendió una vez más y casi lleva el partido  a una estirada definición de cinco parciales, cuando logró un 5-2 para el suspenso. Murray lograba sacar ventaja de 30-0 en el octavo y con una doble falta más un yerro de su mano derecha lo llevaría a su rival a empardar la situación. Una vez arriba en el punto siguiente, el italiano generó cinco deuces, de los cuales su contrincante tuvo que salvar la misma cantidad de oportunidades para llevarse ese parcial y estirar la definición. Tras un larga puja, el británico logra el error del italiano con su saque y se salva del precipicio, dicho irónicamente. Así logra quebrar para dar vuelta la historia y del 2-5, pasaba al  6-5. El último juego fue prácticamente a pedir del escocés que lo definió con autoridad y el 7-5, que guarda además la posibilidad de defender sus dos Wimbledon conquistados y la necesidad de no perder el número uno del ránking.

El honor de los británicos

Sin dudas, aquel título obtenido el año 2013, por Murray contra quien fuera el mejor de la ATP en ese momento, Novak Djokovic (4°), fue un momento inolvidable para la región y el orgullo de todo el Reino Unido, porque desde el año 1936, en la final que  Fred Perry le gana a Gotfried Von Cramm, un británico no era campeón de Wimbledon. Por eso fue tan importante esa corona y ante un rival de gran jerarquía ante Nole. Si bien pudo repetirla el año pasado ante Milos Raonic, se siente obligado a defender los colores y el orgullo de la región. Es cierto también que es un jugaron con varios galardones en su haber y sabe de acceder a finales tanto en torneos Master 1000, 15 títulos, como Grand Slam, tres (el primero en los Estados Unidos, después de 77 que Fred Perry lo obtuviera también en el año 1936) y hasta dos medallas doradas olímpicas (en Londres 2012 frente a Federer y el año pasado ante Del Potro).