La auténtica dominadora del tenis femenino durante los últimos veinte años, Serena Williams, ha finalizado el presente año en la 22ª posición del ránking, su peor desde 2006, cuando finalizó en la 95ª, también por cuestiones no relacionadas únicamente con su nivel de juego. Y es que Serena Williams, la ganadora del último Open de Australia, lleva dos décadas asentada entre las mejores tenistas del mundo.

Serena Williams tan solo jugó dos torneos, ambos en el mes de enero, antes de anunciar su maternidad. En el torneo de Auckland –Nueva Zelanda- alcanzó la segunda ronda después de ganar a la francesa Parmentier, pero cayó después ante su compatriota Madison Brengle en tres mangas. Los dos mil puntos que conseguiría en Australia son el motivo de que haya salvado su ranking este año.

Dos semanas después disputaría el Open de Australia, en el cual arrasó. Ninguna de sus rivales pudo anotarse un set ante ella: Belinda Bencic, Lucie Safarova, Nicole Gibbs, Barbora Strycova, Johanna Konta, Mirjana Lucic-Baroni y su hermana Venus perdieron ante la todopoderosa Serena, que ya estaba embarazada de su primera y única hija hasta el momento. Fue entonces cuando la campeona de 23 grand slams anunció que iba a ser madre.

El 1 de septiembre nacería Alexis Olympia Ohanian Jr., hija de Serena y Alexis Ohanian, un emprendedor en la red nacido en Brooklyn, Nueva York. De esta forma, Serena Williams ha anunciado que volverá a la competición en Australia, precisamente en el mismo torneo donde jugó por última vez.  A sus 36 años, la preocupación de Serena Williams es disfrutar de su familia pero no podemos descartar las posibilidades de una atleta insaciable, que nunca se cansa de ganar y que nunca lo hará. Todo lo que haga a partir del mes de febrero será sumar puntos, por lo que no tardará en empezar a recuperar posiciones y volver a luchar por el número uno.