Naomi Osaka nació en Japón hace 22 años. Al cumplir tres años, toda su familia se mudó a Long Island (Estados Unidos), y posteriormente, se dirigió a Florida. Hay una mezcla familiar rara: De madre japonesa, su padre es haitiano-estadounidense. Mari Osaka, su hermana mayor (24 años), también juega en el circuito profesional de tenis.

Se hizo en profesional en el 2014, antes de cumplir 16 años. Ingresó al top 40 de la Asociación Femenina de Tenis (WTA) y en marzo de 2018, ganó su primer título en Indian Wells. En los siguientes 12 meses, se convirtió en la primera jugadora japonesa en ganar un Gran Slam, y en la primera tenista asiática en ser la número uno del mundo. Tras campeonar en el Abierto de Estados Unidos (2018) y el Abierto de Australia (2019), tiene mucho por delante para enriquecer su palmarés.

Naomi tenía un año cuando Serena Williams ganó su primer título de Grand Slam en 1999. Diecinueve años después, y con solo 20 años, venció a Williams en la final del Abierto de Estados Unidos para ganar su primer Grand Slam. Hoy ha derrotado otra vez a su legendaria rival, aunque fuera de la cancha, al ser la atleta femenina mejor pagada del mundo.

La japonesa, quien dejó de lado su timidez, ganó 37,400 millones de dólares en los últimos 12 meses de premios en efectivo y de patrocinadores, 1,400 más que Serena Williams, estableciendo un récord de ganancias de todos los tiempos para cualquier atleta femenina en un año. La rusa, y ya retirada Maria Sharapova, tuvo el récord anterior con 29,700 en el 2015.

Osaka ocupa el puesto número 29 entre los 100 atletas mejor pagados, mientras que Williams es actualmente la número 33. Es la primera vez desde 2016 que dos mujeres entran en el ranking de los 100 atletas mejor pagados, según la lista de la revista Forbes, especializada en el mundo de los negocios y las finanzas.

Ícono global y juventud

“Para aquellos fuera del mundo del tenis, Osaka es una cara relativamente fresca con una gran historia”, refiere David Carter, profesor de negocios deportivos en la USC Marshall School of Business. “Combina su juventud y bicultura, dos atributos que la ayudan a identificarse con audiencias más jóvenes y globales, por lo que el resultado es la aparición de un ícono global de marketing deportivo”, añadió.

Ascenso vertiginoso

El ascenso vertiginoso de Osaka pone fin a una racha de Serena Williams, quien ha sido la atleta femenina mejor pagada del mundo en los últimos cuatro años, con un ingreso anual, que oscila entre 18 y 29 millones de dólares. La 23 veces campeona de Grand Slam ha recaudado casi 300 millones de dólares durante su carrera, en la que los patrocinadores han lucrado con la estrella que hoy tiene 38 años.

"Guerra" de patrocinadores

El acuerdo de vestimenta es uno de los mayores respaldos para las estrellas del tenis y Osaka también lo aprovechó tras ganar dos grandes torneos. Se desencadenó una guerra de ofertas entre Nike y Adidas (su patrocinador de anterior). Nike le pagó más de 10 millones de dólares el año pasado en un acuerdo, que se extiende hasta 2025. Su contrato exige que se vista con la ropa oficial de la cabeza a los pies.