Nick Kyrgios ha cuajado una semana perfecta en Acapulco, en la que ha superado obstáculos realmente complicados para finalmente hacerse con un nuevo título ATP, su primero de la temporada. El australiano ha derrotado a tenistas de alto nivel como Nadal, Wawrinka, Isner y Zverev esta pasada semana y ha demostrado estar preparado para volver a la élite del tenis mundial. Tras un final de 2018 y un inicio de 2019 para el olvido, Nick ha sido el mejor tenista en la ciudad mejicana y ha subido muchos puestos en la clasificación mundial.

El de Canberra se ha mostrado muy feliz tras ganar el título: "Había que mantener los pies en la tierra y eso hice. Es verdad que antes de la final fui a correr en motos de agua con mis amigos, sobre las cinco de la tarde, cosa que no creo que sea exactamente lo que hubiera hecho un tenista del top10, pero todo funcionó así esta semana y pude jugar muy bien. Ahora solo estoy pensando en la fiesta de más tarde".

Kyrgios ha afirmado que necesita ser mucho más disciplinado: "Haber salvado match points ante Nadal será un partido que no olvidaré pronto y es algo que me llevaré conmigo. La verdad es que tengo mucha suerte de estar en esta posición, ahora necesito ser mucho más disciplinado, mucho mejor profesional e intentar hacer siempre lo correcto. Ni siquiera tengo un entrenador, así que tal vez empiezo por ahí".

Nick alabó a su oponente en la final, Alexander Zverev: "Zverev es un jugador ejemplar para todos por su profesionalismo, por su calidad y por lo que ya ha logrado. Realmente no esperaba demasiado del partido de hoy, sé que tendría mis oportunidades pero él es un tremendo jugador, lo ha demostrado ya muchas veces. Por fortuna pude servir muy bien en las situaciones de máxima tensión y eso me hizo seguir adelante. Las dejadas también me ayudaron mucho en determinadas acciones del encuentro, aunque no siempre salen bien".

El campeón de esta edición se ha mostrado encantado con la actitud del público durante toda la semana: "Lógico que estoy contento, además el público fue increíble toda la semana. La multitud creaba la atmósfera todos los días, sin duda ha sido el mejor ambiente en el que he jugado en mi carrera. Me estaban abucheando y todavía disfrutaba jugando y estando aquí. Ellos crearon las emociones, los recuerdos, todo el evento fue increíble, seguro que volveré el año que viene".

El australiano espera cambiar: "La gente espera que yo sea un ejemplo para las personas que están luchando por alcanzar una determinada posición de la que creen que yo no debería salir. Si puedo hacerlo, ellos también pueden. Lo cierto es que llegué aquí bastante deprimido, no sabía lo que hacer, pero luego tienes una semana como ésta y las cosas pueden cambiar"