Cambio de aire para Milos Raonic, que busca volver a los primeros puestos y considera que necesita otro entrenador que pueda explotar sus mejores facetas. En las últimas horas se confirmó que el canadiense dejó de trabajar junto a Goran Ivanisevich, tras poco más de un año de haber comenzado su vínculo laboral.

El croata fue el coach del actual número 14 del ranking mundial desde principios de 2018, donde los resultados no fueron los esperados por el canadiense. Lejos del puesto número tres, que supo ocupar en el final de la temporada 2016, Raonic no logró ningún título trabajando con Ivanisevic, rescatando la final del ATP 250 de Stuttgart y semifinales del ATP Masters 1000 de Indian Wells, como mejores resultados del ciclo cumplido.

En esta temporada tuvo una buena actuación en el Abierto de Australia, sucumbiendo en cuartos de final ante Lucas Pouille. No obstante, las dos derrotas en el ATP 500 de Rotterdam y el ATP 500 de Dubai hicieron que el canadiense dejara de trabajar junto al croata, buscando otra persona que lo pueda hacer volver a los primeros puestos del ranking ATP.

Por lo pronto, deberá afrontar los dos primeros ATP Masters 1000 del año sin un entrenador, aunque se lo vio junto a Fabrice Santoro y, todo indicaría, que ese sería su nuevo rumbo en su carrera. Aunque aún falta la confirmación oficial, fuentes extraoficiales dan por realizado el nuevo vínculo entre Raonic y el francés. Sin embargo, será todo un desafío para el entrenador, dado que ya se encuentra trabajando con su compatriota Pierre Hugues Herbert.

El estilo de juego de Santoro puede ser beneficioso para el canadiense. Si puede ser efectivo con sus desplazamientos y usar un poco más la cabeza, sin lugar a dudas volverá a meterse entre los diez mejores tenistas del planeta y podrá consolidarse en ese lote. Solo depende de él.