Uno de los partidos más atractivos que deparó la primera ronda de Montecarlo fue el protagonizado por Diego Schwartzman y Kyle Edmund. Este fue el tercer enfrentamiento entre ambos pero el primero en arcilla: una superficie donde el argentino se siente como en casa y donde el británico tiene el tiempo suficiente para aprovechar la potencia de sus tiros.

El encuentro fue desde un inicio muy disputado desde la línea de fondo y ninguno pudo encontrar una verdadera ventaja desde su servicio. De hecho, cuatro de los seis primeros juegos fueron quiebres. Esta tendencia iba a cambiar y parecía que este primer set podría definirse en un tiebreak. Sin embargo, Edmund tenía otros planes pues tuvo la capacidad de salvar un par de pelotas de quiebre y luego llevarse el set tras ganar cinco puntos consecutivos. Así, el primer parcial acabó 6-4 a favor del tenista británico.

Edmund seguiría sintiéndose muy cómodo en el partido, sobre todo desde su derecha. Esto le permitió irse al primer descanso con tres juegos a su favor. Pero no todo estaría dicho en este encuentro pues Diego subiría su nivel y comenzaría a dominar el encuentro a tal punto de ganar seis juegos seguidos y llevarse el segundo parcial 6-3.

En el tercer parcial, la situación del partido no cambiaría en lo absoluto. El argentino seguiría en lo suyo y lograría conseguir un quiebre rápidamente. Contrario a lo que le pasó al británico, el Peque no quitó el pie del acelerador y mantuvo la concentración. Eso hizo que solo ceda un juego para lograr llevarse el tercer parcial por 6-1 y así clasificar a la segunda ronda del torneo.