Ni en su regreso a la hierba, donde contaba de nuevo con Ivan Lendl en su equipo técnico, Alexander Zverev no logra dar con la tecla para salir de la crisis de juego en la que lleva sumido desde inicios de año. Tras un final de gira de tierra algo más esperanzador (título en Ginebra y cuartos de final en Roland Garros), el teutón encajó su primera derrota de esta temporada sobre césped al caer en la primera ronda del ATP 250 de Stuttgart ante su compatriota Dustin Brown, número 170 del mundo y auténtico dolor de cabeza en este tipo de superficie. En dos horas exactas de juego, Zverev sucumbió por 6-4, 6-7 (3) y 6-3 ante el excéntrico Brown, que con su habitual valentía, logró descentrar al número cinco del mundo para acabar mostrándose más acertado en los momentos clave.

Muy desacertado en puntos de rotura Zverev, con sólo uno de 14. Brown estuvo algo mejor con tres de diez

Dustin Brown no deja indiferente a nadie. Con su esquema desordenado, caracterizado por constantes subidas a la red, tanto al saque como al resto, y golpes cortados tratando de romper continuamente el ritmo del contrario, el que fuera verdugo de Rafa Nadal en Wimbledon 2015, su mayor triunfo como profesional, siempre encuentra la manera de desquiciar a sus rivales, especialmente sobre hierba, la superficie que más se adapta a su osado planteamiento. El primer set fue de dominio claramente suyo, con un tempranero 'break' antes del primer descanso que le sirvió para poner el 6-4 en el marcador. El alemán pudo incluso finiquitarlo antes, puesto que gozó de sus primeras cuatro bolas de set con 5-3 al resto. 

Debido a su imprevisibilidad, en el juego de Brown existen muchos altos y bajos, permitiendo a sus rivales entrar en el partido en multitud de ocasiones. Zverev trató de aprovechar esa discontinuidad de su compatriota y a punto estuvo de lograr la remontada. El de Hamburgo puso la igualada al hacerse con el desempate del segundo set (7-3), tras no poder hacerlo previamente con su servicio, cuando sacó para ganarlo con 5-3. El pupilo de Lendl, que lo observaba atentamente desde su palco, estuvo muy cerca de decir adiós en este segundo parcial, ya que con 5-5 salvó tres opciones de 'break' que lo hubieran dejado a un sólo juego de la derrota. Gracias a su potente saque, el alemán forzó el 'tie-break', donde consiguió encontrar algún resquicio en el juego de saque y red de Brown para empatar el encuentro.

Con un set iguales, la lógica indicaba una teórica superioridad del tenista con mejor ránking de los dos. El problema es que con Dustin Brown enfrente, no existe lógica alguna. El jugador de ascendencia jamaicana se hizo fuerte en su terreno y con empate a tres, amarró su servicio tras hacer frente a tres oportunidades más de rotura por parte de Zverev, al que la presión le superó en el siguiente turno de saque. Con 'break point' a su favor, Brown volvió a tirar de su magia particular (resto cortado y volea en la red), para conseguir el quiebre decisivo y cerrar el choque por un definitivo 6-3.

Nueva decepción para Alexander Zverev que, ni siquiera con la vuelta de Ivan Lendl a su equipo técnico, sigue sin encontrar la salida a este, de momento, pobre 2019 por su parte. La semana que viene, en Halle, tendrá una nueva oportunidad, pero más vale reaccionar pronto si no quiere comprometer seriamente su presencia en la Copa de Maestros de Londres, donde, además, defiende título. Brown, por su parte, buscará seguir haciendo disfrutar a sus paisanos con su tenis-espectáculo ante el ganador del Simon-Aliassime, contra el que se medirá por un puesto en las semifinales.