Este viernes, Rafael Nadal venció a Alexander Zverev por 6-3, 6-4 y se instaló entre los mejores cuatro del Masters 1000 de Roma. Apenas había pasado una semana desde que ambos tenistas se midieron en la pista por última vez. Fue en Madrid y precisamente en los cuartos de final.

El español saltó con la lección aprendida y con la fijación de enmendar su actuación en la Caja Mágica, sin conceder las facilidades que el alemán encontró. No obstante, en apenas 20 minutos el N°3 del mundo dominaba por 4-0, gracias a dos quiebres consecutivos. A la frescura de piernas, añadió precisión en sus potentes disparos de fondo que desbordaron al alemán en el primer set.

Nadal siguió presionando una y otra vez a Sascha en el segundo parcial, con enormes dificultades para meterse en pista y dominar con sus tiros. El manacorí escapó del peligro y mantuvo sus opciones intactas. En el quinto juego consiguió un break más que fue definitivo. A pesar de que tuvo que afrontar tres opciones de quiebre en contra cuando cerraba para ganar el encuentro, consiguió salvarlas (9/10).

"Ha sido uno de los partidos más sólidos que he jugado en tierra este año. Estoy muy feliz porque después de la batalla de ayer, poder ganar como he hecho ante Sascha es muy bueno", explicó el N°3 del mundo tras el gran rendimiento que mostró en Roma.

Su rival en las semifinales será Reilly Opelka, N°47 del mundo, que venció a Federico Delbonis en los cuartos de final. El norteamericano alcanzó una semifinal de Masters 1000 por primera vez en su carrera y no ha cedido un set en lo que va del torneo.

Nadal alagó al estadounidense en rueda de prensa: "Es un rival muy complicado de jugar. Tiene un gran servicio. Necesitaré estar muy concentrado con mi saque e intentar tener algunas oportunidades al resto".

El gigante de 2,11 m enfrentará por primera vez a Rafael Nadal. Foto: ATP
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