El calvario de Andy Murray parece no tener fin. El escocés anunció que no será de la partida en el torneo de Brisbane y su presencia en el Open de Australia se convierte casi en una misión imposible. En un largo y emotivo post en Instagram, el escocés ha detallado con pelos y señales lo mal que lo está pasando en estos ya casi seis meses sin poder volver a las pistas.

“Hola a todos.. Sólo quería dejaros un pequeño mensaje aquí para todo aquel que esté interesado en saber con exactitud que es lo que me está pasando en estos momentos. Lo primero todo, quiero disculparme con el torneo de Brisbane por haber renunciado cuando el torneo ya está en marcha y con todos los que querían verme otra vez en la pista. Los organizadores no han podido ser más compresivos y me han ofrecido su apoyo, algo que nunca olvidaré”, comenzó diciendo Murray.

“Estoy pasando por un momento muy difícil debido a mi lesión en la cadera. He consultado a muchos especialistas y algunos de ellos me aconsejaron una rehabilitación conservadora desde el US Open. He hecho todo lo que me han pedido, he trabajado lo más duro que he podido con el fin de volver a jugar y ser competitivo. Pero jugar sets de entrenamiento contra jugadores top en Brisbane no ha funcionado y ahora tengo que volver a reevaluar mis opciones”, declaró el escocés que, por primera vez, no descarta pasar por el quirófano.

“Obviamente, seguir con la rehabilitación es una opción y darle a la cadera el tiempo necesario para que se recupere. La cirugía es otra posibilidad pero las opciones de recuperarme por completo no serían tan positivas. Trataré de evitarla pero ahora mismo no puedo dejar de considerarla”, reconoció.

El de Dunblane acompaño este post con una foto de él cuando era sólo un niño, un niño que “sólo quiere jugar al tenis y competir”. “Echo mucho de menos el tenis y daría lo que fuera por volver cuanto antes a las pistas. Estos seis meses fuera me han servido para darme cuenta de lo mucho que amo este deporte. Es muy desmoralizante saltar a pista y comprobar que no tienes el nivel requerido para competir al máximo nivel”, sostuvo el británico.

Murray terminó el comunicado explicando que, por ahora, seguirá en Brisbane al menos, hasta el fin de semana, momento en el que decidirá si puede estar listo para Melbourne o si coge un avión de vuelta a Londres. “Ahora me quedaré en Australia un par de días y el fin de semana veré si mi cadera está mejor para decidir si me quedo o me vuelvo a casa para valorar lo que haré a continuación. Siento que esto haya sido tan largo, pero necesitaba sacarlo de dentro”, finalizó.

Es comprensible que el escocés trate de evitar por todos los medios otra operación más en la cadera. Hace cuatro años, en septiembre de 2013, ya tuvo que someterse a una y le costó más de un año volver a su máximo nivel. Veremos ahora qué decide el británico que, llegado el caso, podría llegar a estar más de un año sin jugar un partido oficial.