De la misma manera en que se ha discutido la capacidad de José Luis Trejo, justificadamente, y se ha recriminado a los jugadores por pobres actuaciones, siendo un plantel con jugadores que ya han demostrado nivel, el día de hoy se debe reconocer que los Pumas vistos en CU frente a Tijuana, son unos Pumas de un universo paralelo que no refleja lo que ha vivido hasta ahora la escuadra, una realidad alterna donde juegan bien, ganan y agradan a la afición.
Este domingo el plantel universitario fue un verdadero felino y se ganó el aplauso del público, la meta final de toda institución fútbolistica.
Siendo aún prematuro para anunciar y hablar de un Puma candidato al título, con apenas el segundo triunfo en el torneo (y sólo el cuarto de José Luis Trejo con los de la Universidad, habiendo jugado ya cerca de 20 partidos al frente del equipo), de lo que sí podemos hablar es de una identidad perdida que se recuperó en un partido que se jugó con un plantel que creyó en sí mismo y tuvo el balón de forma inteligente, entregando un primer tiempo de altos niveles, lo cual, forzosamente, tiene que ser reconocido al técnico de la misma manera en que se le recrimina.
Sin embargo, lo bueno que se apreció en un sólo partido en el equipo de corazón azul y piel dorada, es lo que todo aficionado del conjunto del Pedregal quiere y exige exista en todos lo partidos y en todo momento. Es por ello que el aplauso se gana, y se reconoce al conjunto cuando demuestra, pero ha de ser conseguido partido a partido por los jugadores y el club en general.
No dudo ni un instante que todo individuo aficionado del club, encariñado con la institución o con algún tipo de arraigo y pertenencia a la identidad puma, desea que el equipo juegue bien, representándolos a ellos y a la institución, y de ser posible que gane. Aún sin ganar todos los partidos, desea que el equipo demuestre lo que cada uno siente en el pecho desde la tribuna, la casa, la oficina o cualquier lugar donde se encuentre apoyando y viviendo a Pumas.
No dudo ni un instante que todo Puma anhela y desea fervientemente que los jugadores demuestren su calidad y que José Luis Trejo nos calle la boca a todos y demuestre ser aquél técnico que tuvo éxito y llevó a un club mexicano a altas instancias de una competición tan añeja y de prestigio como lo es la Copa Libertadores y que aún tiene algo que ofrecer como técnico haciendo jugar bien a un equipo tan importante para México.
No dudo ni un instante que lo que todo Puma desea ver es a unos jugadores y a un club que representen todo lo que conlleva ser Puma, todo lo que conlleva ser parte de tal institución, todo lo que representa llevar sangre y fuego azul y oro en las venas, todo lo que significa cultivar el espíritu a través de la cultura, el deporte y la ciencia, todo lo que es ser de Pumas. Porque a Pumas no sólo se le siente, se le vive.