56 años del más grande

Este 11 de Julio Hugo Sánchez, posiblemente el más exitoso futbolista mexicano, cumplió 56 años de edad y se muestra aún ambicioso en una vida invariablemente ligada con el fútbol.

56 años del más grande
Foto: Agencias
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Por Xocoyotzin Vázquez

El ganador ex-futbolista, ídolo de Pumas y Real Madrid, representante histórico del balompié mexicano, ahora técnico, Hugo Sánchez Márquez, ha llegado a los 56 años, dejando muy atrás su étapa como futbolista pero aún con altos objetivos futbolísticos de victoria muy fijos.

Habiendo ganado con Pumas dos campeonato como futbolista (1976-77 y 1980-81), compartiendo el liderato de goleo con Cabinho (26 goles en 1978-79), en su ciclo como entrenador llevó a la escuadra capitalina a vivir su era más gloriosa en torneos cortos (Bicampeonato Cl'04 y Ap'04), convirtiendose en uno de los mayores emblemas y personajes casi míticos de la institución.

Así, fijandose más metas, busca repetir su doble etapa llena de victorias consagradas en gloria vivida en Pumas como jugador y entrenador en el otro equipo de su vida, el Real Madrid, donde fue también una figura y parte de la historia memorable del club.

Teniendo una mentalidad de triunfo, Hugo Sanchez se marcó en el pasado jugar en el mejor equipo del mundo que en su momento fue el Real Madrid, consiguiendolo y de una manera espectacular, irrepetible, triunfando; ahora "Hugol" afirma que se ha marcado llegar a dirigir al cuadro blanco y repetir su éxito.

Nacido hace 56 años, el 11 de Julio de 1958 en la ciudad de México, el "pentapichichi" debutó en el fútbol con los Pumas de la UNAM el 23 de Octubre de 1976 para empezar su destellante carrera goleadora el 27 de Marzo de 1977 ante el acerrimo rival de los universitarios, las águilas del américa en una victoria de uno a cero con el primer gol profesional de "Hugol".

Ahora, entrado en una nueva etapa como entrenador, habiendo tenido cerca a grandes de los banquillos (como Luis Aragonés en el Atlético de Madrid al ganar su primer pichichi), el considerado mejor futbolista mexicano de todos los tiempos ha dicho que le gustaría cumplir este sueño más aprovechando toda esa experiencia y alargando aún más su leyenda ya escrita con letras de oro en la memoria del fútbol.

Luego de una etapa complicada como seleccionador nacional y habiendo intentado, en lo que se puede clasificar como un tropiezo, dirigir al Almería en España en búsqueda de hacerse un nombre en las tierras ibéricas como técnico, el histórico del fútbol busca la revancha y la victoria que siempre está en su mira.

Como fútbolista

Hugo militó en distintos clubes a lo largo de su carrera, y en todos ellos destacó como un hombre importante que garantizaba goles.

Con Pumas permaneció desde el año de su debút en 1976 hasta 1981 disputando 5 temporadas, con un par de torneos jugados en Estados Unidos con el conjunto de San Diego Sockers en 1979 y 1980.

En el Club Universidad conquistó dos Campeonatos de liga (los primeros del club en primera división) sumando 197 apariciones oficiales con la playera de Pumas, considerando copas y torneos domésticos e internacionales, con un total de 102 goles, siendo una de las leyendas e idolos de la afición auriazul. En San Diego dejó un registro de 32 juegos y 26 goles.

Al concluir la temporada de 1980-81, arribó al Atlético de Madrid donde acumuló 152 presencias y 82 goles, a lo largo de 4 temporadas (de 1981 a 1985) conquistando una Copa del Rey, una supercopa de España y su primer pichichi (todo en 1985), consagrandose como uno de los mejores futbolistas en España y así pasar al acerrimo rival de los colchoneros, el que sería su gran amor futbolístico Europeo, el Real Madrid.

En el club merengue conquistó sus otros 4 pichichis (85-86, 86-87, 87-88, 89-90), al contribuir al equipo de la capital española a ser campeón en 5 ocasiones consecutivas en la liga (de la temporada 1985-86 a la 1989-90), triunfando también 3 veces en la supercopa Española (1988, '89, '90) y una vez en la copa del Rey (1989). En el club blanco permaneció hasta 1992.

El zurdo goleador regresó a México para la temporada 1992-93 al Club América, jugando 35 partidos, anotando 18 goles, para regresar a España para el siguiente año futbolístico (1993-94) con el Rayo Vallecano, jugando 35 veces y anotando en 17. Así mismo, volvió a jugar a México con el Atlante en 1994-95, viendo acción en 31 ocasiones, mojando 13 veces.

Ya sumergido en el cambio constante de clubes el ya mítico jugador mexicano llegó para la temporada 1995-96 al F.C. Linz de Austria participando en 20 partidos y sumando 6 anotaciones, siendo campeón de dicha liga. De esa manera, arrivó en 1996 para el torneo estadounidence de ese año al F.C. Dallas jugando 25 partidos y anotando en 11 ocasiones.

Finalmente Hugo alargó su carrera un año más para poder jugar en su país y finalmente retirarse en el Celaya en la temporada de 1996-97, jugando 12 partidos y anotando 2 goles y así ponerle fin a una de las más brillantes y astronómicas carreras de un futbolista totalmente exitoso. (Su total como profesional en todos los clubes en que militó fue de 820 partidos y 485 goles)

Como entrenador

Siendo ya técnico, Hugo dirigió a Pumas, Necaxa, la selección mexicana, Almería y Pachuca.

Con los Pumas, Hugol recreó su éxito como futbolista y se llenó de gloria haciendo bicampeón al club para a partir de ese momento  aspirar a lo más grande como entrenador así como lo fue como jugador.

Ante lo complicado que ha sido su trayectoria hasta ahora en la dirección técnica, la gran mentalidad de triunfo de Hugo lo hace aspirar a todo lo que se propone, y es por eso que admite poder reitrarse como técnico una vez que haya replicado su gloria en los banquillos merengues.

Se puede considerar que a penas empieza la hisotria de Hugo como entrenador y esa es la que pretende convertir en algo tan grande como lo fue su era de futbolista, una era plagada de exitos, triunfos y gloria, una era que se escribio en oro en los pergaminos de la historía brillante del fútbol.

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Sobre el autor
Xocoyotzin Vázquez
Arquitecto por pasión, futbolista que no fue, centro delantero y media punta por vocación. Me encantan las distintas formas de expresión, sobre todo las que pueden ser arte; ya sea con el balón o con las letras.