El primer round de esta pelea titánica entre dos gigantes del Futbol Mexicano tuvo toda la intensidad que las instancias requieren, pero se necesitaba de un solo golpe certero para que alguno de los dos tuviera la ventaja deseada. Fue una fortuna para la causa de los Pumas de la UNAM que se nivelara a su favor, a pesar de que las Águilas del América también estuvieron cerca.

A pesar de los espacios que se dan para la seguridad del estadio, la mejor entrada del año en Ciudad Universitaria se produjo en este encuentro. Los aficionados felinos sabían que llenar el recinto y apoyar con todo al equipo era una prioridad, además de sentir al visitante la presión que es ver al Olímpico Universitario en todo su esplendo, a pesar del horario complicado de las 22:00 h.

Mohamed afirmó que él, con gusto, perdía todos los clásicos que tuviera con tal de ser campeón. El problema fue que no imaginó que uno de esos encuentros lo tendría en las instancias finales. El 'Turco' no sacó a lo mejor que tenía e hizo modificaciones que molestaron a los aficionados desde el principio como la entrada de José Guerrero y, de nueva cuenta, la incorporación de Luis Ángel Mendoza, quien ha sido bastante cuestionado por su baja de juego.

Los de Guillermo Vázquez tenían carro completo. Todos estaban listos para dar uno de los partidos más importantes de su carrera. La suspensión de Palacios había terminado y la defensa titular se volvía a reencontrar después del castigo del defensor por acumulación de tarjetas amarillas. Dante, Herrera y Sosa estaban deseando enfrentar a una defensa que no fue lo más confiable en el torneo.

La ocarina sonó y los equipos pusieron en marcha otra edición más de este clásico de canteras. Las dos escuadras no tenían un dominio claro, y su juego era de mucho pelotazo. Tanto América como Pumas tuvieron algunas jugadas con disparos de Arroyo o Romagnoli. Pero la tensión de no equivocarse era más importante que un buen ataque.

Fue hasta los últimos quince minutos de la primera mitad que las situaciones fueron peligrosas en los arcos. Primero fueron los de Coapa que al 37’ remataron un tiro de esquina que Palacios atajó de forma increíble y en un contraremate Romagnoli sacó el balón en la línea. La respuesta fue tres minutos después, cuando Sosa se cambió de banda y sacó tremendo cañonazo que se estrelló en el larguero de Muñoz. El primer tiempo terminaba muy caliente.

Pero la segunda mitad empezó con problemas. Layún se fue por Mares y el planteamiento del América se torno al contragolpe cantado. Pumas seguía sin recuperar el balón y regalaba muchos balones parados, donde los emplumados tuvieron sus mejores oportunidades. Una de esas oportunidades fue desafortunada para el “Pikolin” arquero, quien chocó con un elemento americanista y se lesionó. Tuvo que salir por el novato Saldivar, quien se comió los nervios desde que pisó el terreno de juego.

Los minutos transcurrían y la neutralidad en el futbol seguía. Fue en ese momento que Vázquez decidió que el momento era de Ludueña. Y Pumas se reencontró con el balón y el buen futbol. La recompensa llegó al 79’ cuando el “Hachita” sacó un increíble centro que Eduardo Herrera remató con un defensa encima y batir a Muñoz, que apenas puede manotear el balón pero no pudo desviarla. 1-0 y los hombres de Mohamed tenían que reaccionar.

Diez minutos quedaban en el encuentro y el América presionó tanto como podía, pero la defensiva auriazul tapaba todas las oportunidades. La mejor que tuvo fue en los pies de Mendoza, que en el mano a mano con Saldivar salió desviado a milímetros del palo.

La suerte no fue para las Águilas, quienes vieron que, aún con seis minutos de más, ya no tuvieron la capacidad de remontar la desventaja. El árbitro silbó el final y los azulcremas perdían la oportunidad de meter un gol de visitante y ahora, en el Azteca, deben de sobreponerse a una desventaja que, para Pumas, es más ganar que perder en estos momentos.