Cuauhtémoc Blanco fue premiado con una condición envidiable. El todo poderoso le permitió llegar a los 42 años y seguir profesando un amor eterno a la pelota.

Sus mejores años han pasado. Su debut bajo las órdenes de Leo Beenhakker, los pleitos con Ricardo Antonio La Volpe, el golazo ante Bélgica a pase de Ramón Ramírez en Francia '98 y la ‘Cuauhteminha’ contra Corea del Sur, lo hicieron un futbolista único, portentoso y envidiable. 

En uno de sus mejores momentos fue lesionado por Encil Elcock, jugador trinitario que le cortó una fructífera carrera en el futbol español. ‘Cuau’ había fichado por el Valladolid y poco a poco comenzaba a mostrar destellos de futbolista descarado y atrevido.

Una operación y meses después, Cuauhtémoc volvió y lo hizo como los grandes. México estaba cerca de quedar fuera de la Copa del Mundo Corea-Japón 2002 cuando Javier Aguirre tomó al seleccionado y llamó al ‘Temo’. Aun con el miedo de recaer, Cuauhtémoc atendió a la convocatoria y guió al Tricolor al campeonato mundial.

Te vamos a extrañar, Cuauhtémoc. La pelota, tu amiga, te va a extrañar. 

En casi 12 años de carrera, Cuauhtémoc tenía una cuenta pendiente: hacer al América campeón. Fue en 2005 cuando Blanco Bravo de la mano de Kleber Boas, del internacional Claudio ‘Piojo’ López, Germán Villa, Guillermo Ochoa y al mando de Mario Carrillo, salió monarca del Clausura 2005 para darle a las Águilas su décima estrella.

Más tarde militó en Chicago Fire y su carrera vino a menos en Dorados, Veracruz, Irapuato y Lobos BUAP. Y es que cuando el retiro ya tenía cuentas pendientes con Cuauhtémoc, Puebla lo llamó y lo invitó a retirarse con la camiseta de la Franja.

El fichaje del ‘Temo’ fue criticado. ¿Cómo un futbolista de entonces 41 años podía ser parte de un equipo de Primera División? En su primer torneo, Rubén Omar Romano no le brindó la confianza y fue cuando los detractores elevaban sus predicciones. Llegó José Luis Sánchez Solá y lo hizo titular en varias ocasiones siendo para ‘Chelís’ un futbolista clave. 

En el Clausura 2015, al mando de José Guadalupe Cruz, Cuauhtémoc disputó pocos minutos en la Liga; sin embargo en la Copa fue referente y hoy tiene en la final a la Franja ante el resucitado Guadalajara.

Hemos visto a porteros retirarse después de los 40 años, pero jamás había visto a un futbolista de 42 entrenar con las ganas y motivación de un chavo de 20. Lo que Cuauhtémoc Blanco ha hecho en el futbol es por demás admirable y cerrar su carrera con un título sería la  condecoración perfecta. Sin duda se extrañarán sus taconazos, sus fintas, sus reclamos, sus mentadas de madre. Genio y figura.

Te vamos a extrañar, Cuauhtémoc. La pelota, tu amiga, te va a extrañar.