Toda la nación azul estará de acuerdo que si el cuadro cementero es uno de los que más gasta, pero de los que menos invierte, digamos que es un pésimo comprador, sin embargo, de unos torneos para acá se comienzan a derribar tabúes, que se veían ya como tradiciones, como el que los refuerzos debutaran tarde, que llegaran cartuchos quemados, entre otras situaciones que ya lucían habituales en Cruz Azul.

El torneo ya va avanzado, y aunque es cierto el equipo se le ve en proceso, se ve en obra negra, genera incertidumbre, pues no hay un solo partido redondo en lo que va de la temporada, recientemente perdió el invicto, contra el sotanero general, y no gana en casa. En nuestra bendita liga, se requiere engancharte un par de fechas para estar en contienda, pero ya en fase definitoria, ahí tiene que llegar a tope, sin lesiones, sin falta de ritmo, debe pitar en casa, e incomodar de visita. Deben jugar a tope los noventa minutos, de lo contrario no les veo posibilidades frente a los del norte, o algún otro conjunto embalado.

En cuanto a copa, ayer se dio una victoria jugosa, en lo anímico en lo numérico y en la diferencia de goles, aunque se vuelven a tener lapsos de extrema angustia, algunos jugadores comienzan a mostrar mayor solidez, la idea de juego sigue extraviada, pero al menos el equipo gana, después de dos derrotas de las que no se puede permitir un equipo grande. Marcha tercero y con obligación de derrotar en casa a los campeones de ascenso MX, los Alebrijes. La exigencia está clara, avanzar y convenciendo, desde mí trinchera veo una obligación ganar ambos torneos, por todo el contexto celeste, o en su caso vender cara la derrota.