En una entrevista realizada a mediados de 2017 por el periodista Manuel Jabois en el diario español El País, Xabi Alonso define su inesperada salida del Real Madrid, tras conquistar la “Décima” Copa de Europa, con una frase perfecta, digna del epitafio más sobrio y exigente: “Hay que irse cuando aún te pueden echar de menos”.

Entre las desventajas de la edad es que conforme avanza, de a poco, te arrebata los reflejos, las emociones y las ingenuidades; y entre las ventajas está que las realidades duelen un poco menos. Y el futbol -como lo hizo ver el hoy ya retirado Alonso en aquella entrevista- no escapa de todo aquello.

A diferencia de hace algunos años, de aquella infancia donde todo nos parecía posible y creíamos, fervientemente creíamos que cualquier jugador podría vestir la camiseta de nuestro equipo, la adultez nos hace conscientes sobre nuestra realidad; sobre todo cuando sabes a la perfección que, mientras otros van con la cartera abierta, acabando cual barredora con todo lo que encuentran a su paso, los tuyos juntan las monedas para llegar al final de la venta y preguntar ‘¿Qué queda y para qué me alcanza?’.

A pesar que la directiva negó rotundamente y en diversas ocasiones su llegada, después de diversas trabas -que las hubo y muchas de ellas, protagonizadas por el futbolista-, Matías Alustiza se hizo de un hueco en la plantilla dirigida por Enrique Meza y Juan Reynoso.

Sí, es cierto: ignorar la jerarquía que sus 57 anotaciones lo convirtieron en el séptimo goleador histórico del club sería un error de proporciones ridículas; como también lo sería no recordar la soberbia, displicencia y desfachatez con la que, no una sino varias ocasiones, tanto en el Cuauhtémoc como en canchas ajenas, salió a “defender a muerte”, como ahora lo promete, la playera enfranjada.

La ilusión que desborda el regreso de Matías Alustiza en gran sector de la afición es incuestionable, pero hay dudas que saltan, y de manera inevitable: ¿no es su regreso, precisamente, sólo eso: una ilusión? ¿Cuál de las dos versiones antes mencionadas será la que veremos del argentino en este, su tercer capítulo con Puebla?

“...Hay que saber cuándo decir adiós”, agregó Alonso a su magistral respuesta, en aquella charla.

Y creo, sobre todo, saber cuándo no regresar.

Nos leemos la siguiente semana. Y recuerden: la intención sólo la conoce el jugador.