Más de cinco años han pasado desde el lejano 2014, cuando Necaxa hacía oficial la llegada de un desconocido Luis Felipe Gallegos, con "el compromiso de armar un plantel altamente competitivo en la búsqueda del Ascenso". El chileno, de entonces 22 años, llegaba a un club donde se volvería histórico.

Su carácter guerrero e incansable en el medio campo lo hacían perfecto para la liga de plata, donde la disputa física suele imponerse a la futbolística. Así se ganó la titularidad y a la postre un lugar en la historia del club, anotando el gol que selló el regreso de los Rayos a Primera División.

La afición rojiblanca nunca olvidará el 21 de mayo de 2016, aquel zurdazo que 'Pipe' mandó desde fuera del área, hizo sacudir las redes en Ciudad Juárez y materializó un deseo que tardó 5 años pero había llegado. "Rayos ya volvió", celebraban los necaxistas.

Ya en el máximo circuito, Gallegos superó el primer filtro, ese que suele ser injusto con los hombres que llevaron al club a primera y los devuelve al 'infierno' del Ascenso. Pero no sólo se quedó como titular, demostró que su calidad correspondía a la división, apareciendo constantemente entre los elementos con más kilometros recorridos y pases completados en toda la Liga MX.

Sin embargo, no todo fueron alegrías, el mediocampista se perdió prácticamente todo el Apertura 2017 por una lesión en la rodilla derecha y en su vuelta a las canchas, se encontró bajo el mando un DT que prometió grandes cosas en Aguascalientes, pero que terminó siendo una decepción.

Durante la era de Michel Leaño, Luis Felipe fue ubicado como lateral izquierdo, una posición que no desconocía, pero que tampoco le favoreció a la hora de recuperar confianza, el ídolo necaxista daba malas actuaciones y había perdido su característica precisión con el balón. El equipo en general vivió un pésimo Apertura 2018, con siete derrotas en trece partidos en la era Leaño; la afición pedía cambios importantes, entre ellos, incluso, la salida del chileno.

Para inicio de 2019, Necaxa trajo a Guillermo Vázquez, un hombre que durante su estancia devolvió al equipo a los primeros sitios, pero también en ese lapso se hizo más evidente el modelo de negocio del club, DT's y jugadores salían, derramando millones en las arcas necaxistas, pero 'Pipe' Gallegos permanecía, vuelto el hombre clave en media cancha, con la confianza propia y de la afición de vuelta, así se ganó el mote de "El Sobreviviente".

En septiembre se anunció con bombos y platillos su renovación hasta 2023, la relación entre el ídolo y la afición no podía ir mejor. En medio de las constantes salidas de futbolistas importantes y la poca continuidad en el plantel en general, parecía que al menos había un jugador con larga trayectoria en el club, misma que la directiva estaba dispuesta a respetar.

Con trabajo discreto pero elemental en la cintura del equipo, algunas derrotas, pero principalmente victorias y campeonatos, "El Sobreviviente" acumuló en más de 150 juegos con la playera rojiblanca, dos títulos de Ascenso MX, una Copa MX y una Supercopa MX. Un palmarés que se corta este fin de semana, cuando Necaxa hace oficial su venta al Atlético San Luis, pero, sobre todo, su indiferencia hacia el sentir de la afición, dejando ir a uno de sus consentidos y un ídolo del necaxismo, quizás el último que quedaba.