Los Gallos Blancos de Querétaro ganaron un partido de ‘6 puntos’ ante unos Rojinegros del Atlas que no tienen ni pies ni cabeza. En un partido que se definió con un golazo de Francisco Da Costa en la recta final del partido. Donde Camilo Vargas ya se estaba erigiendo como la figura del encuentro.

Desde el inicio del partido, Atlas tomó la iniciativa con dos buenos centros que Milton Caraglio se encargó de rematar, uno de cabeza por un lado del marco y otro con intento de media chilena que se fue por encima de la portería del ‘Kampa’ Ruiz. Al 28’, nuevamente Milton, con un tiro de fuera del área hizo trabajar al arquero para atajar y mandar a tiro de esquina.

Pese al buen partido de los Rojinegros, el juego tomó un rumbo distinto a los 40 minutos, luego de una falta de Santamaría en su propia área, por lo que se marcó penal. El cuál fue cobrado por el uruguayo, Silveira. Pero Camilo Vargas lo atajó de gran manera.

Así finalizó el primer tiempo, con un empate parcial a 0 goles. Atlas con dominio de juego, pero sin jugadas claras que le dieran la ventaja. El partido entró en un bache futbolístico en el comienzo del segundo tiempo, hasta que el recién ingresado, Kevin Ramírez, intentó sorprender a un Camilo que desvió el tiro a un corner.

Nuevamente el juego pecaba de aburrido, sin nada que destacar, hasta que al 73’, Antonio Valencia recorrió con balón dominado y sacó una ‘bala’ que logró atajar a una mano Camilo Vargas. 3 minutos después, el arquero colombiano se vistió de héroe para tapar un remate de Kevin Ramírez, que se coló por sector izquierdo.

En la recta final del partido, Atlas mantuvo la posesión pero sin profundidad, pero los Gallos supieron pegar a los 87’, cuando Chico Da Costa tomó el balón afuera del área y con una media vuelta aunado a un poderoso derechazo logró vencer al portero rojinegro.

Con ello el juego terminó con un triunfo merecido para Querétaro que fue más peligroso e inteligente y el partido se definió con un golazo. Luego de que Camilo Vargas había atajado al menos 4 disparos con destino de gol. Mientras que Atlas sigue hundido en su mediocridad.