No hubo revancha

Pumas quedó eliminado de la Liga de Campeones de la CONCACAF luego de perder por tres goles frente a Tigres.

No hubo revancha
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Por Gabriel Sánchez

La oportunidad de revancha estaba lista para Pumas: habían anotado de visitante y recibían a unos Tigres que necesitaban anotar. Si Palencia y compañía hubieran podido ver el futuro, se habría dado cuenta de que a las 11 de la noche  ya no estarían más en la Concachampions, pues con doblete de Jürgen Damm y otro gol de Luis Quiñones, Tigres sería el segundo semifinalista mexicano de la competición. 

Al comienzo del juego, con parados tácticos parecidos, las dos escuadras buscaban una anotación: Pumas, para estar más tranquilos; Tigres  para  no quedar eliminados. Durante los primeros 20 minutos, nadie alzó la mano para declarase dueño del balón; sin embargo, los felinos de la capital mexicana llegaron a portería con más peligro. Los balones parados y balones frontales, de más de treinta metros, eran las armas que estaban usando. 

Por otro lado, Tigres trató de convertir a las bandas en su vía de acceso más rentable, con Damm y Álvarez en cada una. Pocos fueron los centros que metieron y antes del minuto 25, en una jugada por el sector izquierdo, Damián quiso alcanzar un balón largo pero se lastimó y comenzó a sentir un dolor en la parte posterior del muslo. Luis Quiñones entró para suplir su lugar en el campo. 

Después de este incidente, ahora sí el balón tuvo dueño: Tigres. El equipo comenzó a arrinconar a Pumas en su propio campo y por medio de balones a las espaldas de los defensas, se causaba daño. La recompensa llegó al minuto 32, cuando después de un tiro de esquina que nadie remato, Juninho recentró el balón que llegó al pecho de Jürgen Damm quién la bajó de pecho, cerca del área chica, ante la mirada de los defensas que no pudieron cortar la trayectoria del esférico, y con una media vuelta disparó para dejar  sin oportunidad a Alfredo Saldívar. 

Con esta anotación, Pumas estaba eliminado. Por eso, el equipo capitalino quiso recomponer el camino y tan sólo 4 minutos después del gol Jesús Gallardo tuvo la oportunidad de marcar, pues en una jugada que el mismo se creó desde medio campo, y en la que se fue quitando rivales, no pudo definir ante la salida del arquero. No hubo más acercamientos peligrosos al área y con esto terminaron los primeros 45 minutos. 

Para  la segunda mitad, Pumas siguió con la insistencia y Tigres decidió echarse para atrás y así intentar matar mediante el contragolpe. Al minuto 49 tras un balón largo, Gallardo, desde el sector izquierdo, le bajó con la cabeza un balón a Castillo quien tras media vuelta puso el esférico en travesaño, cerca del ángulo superior izquierdo de Nahuel. 

Sin embargo, Tigres quería más anotaciones para terminar con el rival. A través de contragolpes efectuados por la bandas, los universitarios del norte deseaban anotar. Además al minuto 56 Juninho sufrió una lesión que lo dejó fuera de la cancha, así que Francisco Meza entró para  sustituirlo. Pero las buenas noticias llegaron al minuto 63, para Tigres, pues tras una jugada en la que el balón se desvía y  un defensa de Pumas se cae, Dueñas  quedó solo ante el portero, y en un acto de amabilidad, cedió el balón a Damm quien con un pase a la red marcó el segundo gol para su equipo.

Pumas se sabía fuera de la competición y mediante Britos, quien entró para darle dinamismo a su equipo, Castillo y Rabello, la escuadra capitalina intentó hacerse presente en el marcador, sus intentos se fueron a un lado o terminaron en las manos de Nahuel. Con todos los jugadores en cancha rival, los espacios eran para Tigres; 3 minutos antes del final, Dueñas recuperó un balón tras un fallido tiro libre auriazul, le dio un pase a Damm quien cedió a Quiñones la bola para quedar frente al arquero y después de un recorte puso el tercero. 

Pumas siguió con intentos que pudieron terminar en gol, pero sólo pudieron, porque no cayó. Los segundos noventa minutos llegaron a su fin junto con las aspiraciones de Pumas.