El baloncesto, como muchos otros deportes, es una disciplina de sensaciones, de sentirse bien con el trabajo realizado, y de buscar la manera de dar la vuelta a una situación que al equipo no le beneficia. Ese podría ser el caso del Emporio Armani: tenido en cuenta como uno de los contendientes al título europeo, su presencia en la Final Four, que además se juega en Milán, peligra, y el cuarto partido se presenta como la última oportunidad para regresar a casa e imponerse con el apoyo de su afición.
El paso del Emporio Armani por esta última fase antes de la gran cita está yendo de más a menos: si bien en el primer partido perdía, pero sumaba casi 100 puntos, en el segundo encuentro ganaba y se acercaba, también, a la cifra de los 3 números. El tercer partido, el peor de los 3, dejaba ver a un EA7 débil, con demasiadas fisuras, y con muchos problemas para anotar, tantas que se quedaron en un pobre 63. Tan sólo 3 jugadores superaron los 10 puntos, y los porcentajes de tiro (16/36 en tiros de 2 y 4/25 desde el 6’75), sonrojantes para un equipo de tal calidad, acabaron por hundir a los de Luca Banchi.
Ambos equipos parecen estar acusando la exigencia de una serie muy igualada, que no invita a la relajación
Sin embargo, y a pesar de contar con un 2-1 a su favor, Maccabi Electra también está viendo cómo el cansancio, la presión o su falta de intensidad hacen peligrar una serie que se le empieza a poner de cara. Su contundencia en el primer encuentro ha ido diluyéndose día a día, y la prueba reside en la anotación que ha registrado en cada partido. Ha pasado de los 100 puntos a los 75, y su juego, basado, sobre todo, en Ricky Hickman, empieza a necesitar algo más para afrontar una posible Final Four con solvencia y seguridad.
Los números con los que llegan ambos equipos al cuarto asalto son muy parecidos, dejando en el aire cuál puede ser el desenlace final. En cuanto a puntos anotados, Maccabi suma, de media, 2 puntos más que los italianos, rondando los 80 puntos en cada encuentro. Los rebotes ofensivos, algo de los que Emporio Armani aprovecha las segundas opciones, sonríen a los transalpinos: los jugadores de Banchi capturan unos 3 rebotes más que Maccabi, así que cuentan con más opciones de anotar en cada ataque.
Números muy parecidos
En lo que se refiere a balones recuperados, tanto Emporio Armani como Maccabi consiguen casi 6 balones por encuentro, un número quizás débil, pero en la línea de las recuperaciones que registran los demás 6 equipos que luchan por la Final Four. En el terreno de los balones perdidos, ambos equipos se mueven en unos guarismos muy similares (12 pérdidas de media), y el acierto de en los lanzamientos de 2 es mejor para Maccabi, con un promedio del 50% de efectividad.
Los jugadores clave de ambos conjuntos están siendo los esperados, pero destacan 2 nombres por encima de los demás: en el caso de Maccabi, es Ricky Hickman el encargado de mantener a su equipo con paso firme hacia Milán. Con 12 puntos, 2 asistencias y 4 faltas recibidas de promedio, se convierte en una tortura para los rivales, y los 26 puntos que consiguió anotar en el primer partido de la serie dan fe de ello. En el otro lado, el norteamericano se encuentra con la horma de su zapato en Keith Langford: el jugador de Emporio Armani registra más puntos de media, alcanzando los 17 por partido, da 1 asistencia más que su rival y suele recibir 6 faltas en los minutos que está en pista. Con estos ingredientes, el Hickman-Langford será uno de los duelos dignos de observar en la cancha.
Intensidad y ambición, las claves
Desde el vestuario italiano se ha entendido el objetivo principal de este cuarto encuentro, y tanto entrenador como jugadores lo han manifestado. Luca Banchi hacía balance de la trayectoria de su equipo y admitía que Emporio Armani no llega a este encuentro de la mejor manera, y que se podría pensar que un triunfo de los israelíes sería lo más justo. Aun así, abogaba por mantener alto su nivel de exigencia y salir a por todas. David Blatt, el entrenador de Maccabi Electra, reconocía al final del tercer encuentro haber sentido el apoyo de la afición, y mostraba la ambición como arma principal del grupo. Blatt explicaba que exigiría al equipo el máximo nivel de juego y pediría la mejor versión de cada uno de sus jugadores.
El cuarto partido de la eliminatoria más igualada se juega en unas horas, y Maccabi Electra está a un paso de alcanzar su puesto en la Final Four. Emporio Armani, que este año debe tener en cuenta algo más que participar en la fase final por el título continental, y es que se jugaría el prestigio en casa, ante su afición. En Milán deberá jugar duro y minimizar errores para forzar el quinto partido y regresar a su pabellón para sellar su paso a la Final four. Y aun así, el final de estos cruces se presenta como algo impredecible.