Nueva Zelanda: en busca de la sorpresa a ritmo de "haka" desde las antípodas

Desde el sur del globo terráqueo llega al Mundial de España una selección dispuesta a hacer ruido con su "haka" y su juego en la pista del baloncesto internacional. Con el Mundial de 2002 como mejor precedente histórico, la selección de Nueva Zelanda tratará de hacer valer su juego exterior para ser una de las revelaciones del torneo.

Nueva Zelanda: en busca de la sorpresa a ritmo de "haka" desde las antípodas
nacho-gonzalez
Por Nacho González Rueda

El Mundial de España recibe a selecciones de todos los rincones del mundo. Europeos, americanos, africanos, asiáticos y, por supuesto, también representantes de Oceanía. Es aquí donde hacen acto de presencia los hombres de Nueva Zelanda: un conjunto de jugadores nacidos literalmente en la otra punta del mundo, en las antípodas de España, que llegan al Mundial con la ilusión de hacerse un hueco mayor en el panorama baloncestístico. Pueden parecer una de esas "Cenicientas" que toda competición tiene, pero están lejos de serlo.

Con el Mundial de Indianápolis de 2002 como referencia en lo que fue el mayor logro del baloncesto neozelandés, los kiwis tratarán de hacerse valer desde un principio en un grupo en el que la suerte ha querido emparejarles con la superpotencia estadounidense. Sin embargo, sus opciones de pasar a la ronda eliminatoria son reales, y a partir de ahí deberán ir paso a paso. La selección número 19 en el ránking mundial de la FIBA llega a España para hacer ruido a ritmo de "haka".

A nivel continental, Nueva Zelanda siempre ha vivido una eterna pelea con Australia por el dominio de Oceanía, aunque sus vecinos han sido históricamente los que más veces se han alzado con el título de campeones del continente. Es un mano a mano, pues en muchas ediciones los dos países han sido los únicos participantes. Desde 1971 hasta 1997, Nueva Zelanda fue siempre plata en el torneo, siempre con Australia campeona. Hasta que, en 1999, consiguieron por primera vez ser los mejores de Oceanía en un torneo que no disputó Australia.

A partir de ahí, Nueva Zelanda comenzó a ser una fuerza capaz de plantar cara a Australia. Así, en 2001 y 2009 volvieron a colgarse el oro continental venciendo en el cara a cara a los australianos. Si bien es cierto que Australia ganó el oro en 2003, 2005, 2007, 2011 y 2013, una selección inferior como Nueva Zelanda se ha postulado desde entonces hasta hoy como una fuerza baloncestística a tener en cuenta.

Foto: stuff.co.nz

En el panorama internacional, Nueva Zelanda ha aparecido en cuatro citas mundialistas: 1986, 2002, 2006 y 2010. El siglo XXI ha servido a los kiwis para confirmarse como una selección fija en los Mundiales, e incluso han llegado a hacer mucho ruido. Este fue el caso del Mundial de Indianápolis en 2002, donde los neozelandeses lograron un hito histórico: llegar hasta semifinales. Aunque no lograron colgarse ningún metal, el mundo conoció a ese equipo que llegaba desde muy al sur.

En los dos siguientes Mundiales, los kiwis lograron superar la fase de grupos y acabaron cayendo en octavos de final. Con el noveno y el duodécimo puesto en la clasificación final, lograron escapar del hoyo en el que están las selecciones consideradas como "Cenicientas". Se ganaron ser considerados parte de la clase media de la competición.

Entre toda esta historia, si hay algo que ha acompañado siempre a Nueva Zelanda en el deporte, y como no podía ser de otra manera a su sección de baloncesto, es la famosa "haka". El baile intimidatorio previo al partido que realizan los jugadores neozelandeses es todo un espectáculo único, y en el Mundial de España podrá disfrutarse de semejante actuación.

Aspiraciones

Encuadrados en el grupo de Estados Unidos, Ucrania, Finlandia, Turquía y República Dominicana, parece que el primer puesto está casi asegurado para unos muy superiores estadounidenses, plagados de jugadores NBA. A partir de ahí, la lucha en el grupo será encarnizada, y Nueva Zelanda tiene como objetivo mínimo superar la fase de grupos.

Si los neozelandeses acaban llegando a las eliminatorias, será entonces cuando sean un peligroso equipo que no tendría nada que perder. La ilusión de superar el cuarto puesto conseguido en 2002 existe, pero la realidad coloca lejos de esa posición a Nueva Zelanda. El mínimo será llegar a los cara a cara, y a partir de ahí, todo lo que llegue será un añadido.

No hay que olvidar, en este sentido, la condición de "selección menor" de Nueva Zelanda. Los artífices de la etapa más gloriosa del baloncesto del país cada vez son más veteranos, y la plantilla no es tan competitiva como muchas otras del torneo. Eso sí, se han ganado el derecho a ser tenidos en cuenta.

Foto: Andrew Cornaga

En la preparación del torneo mundialista, las señales han sido positivas para los neozelandeses. En una serie de tres partidos contra Corea, ganaron 2-1 en el cómputo global, incluyendo una victoria por 71-70 con un triple de Kirk Penney que dio la victoria a los kiwis. Después, el equipo de Nueva Zelanda venció a Camerún por 75-66, y redondeó su ciclo victorioso frente a países africanos imponiéndose a Costa de Marfil por 79-55. También vencieron al equipo chino Guangdong Southern Tigers por 97-75. Sin embargo, el punto máximo de inspiración y motivación de Nueva Zelanda llegó con el último partido de preparación, en el que ganaron a la teóricamente superior Serbia con una gran anotación: 102-96. Especialmente remarcable fue el aplauso que el público local de Belgrado dedicó a Nueva Zelanda tras el partido, reconociendo la victoria y el esfuerzo de su rival. Además, el seleccionador de los kiwis, Nenad Vučinić, salió victorioso del que es su país natal.

Plantilla

Nueva Zelanda mantiene el bloque sólido que ha puesto el nombre del país a la altura en las últimas citas de la selección. Se trata de un equipo que mezcla a veteranos y jugadores que llevan tiempo en la selección como Penney, Abercrombie, Tait o Frank, y jóvenes que aportan energía como los hermanos Webster, Loe o Fotu.

De toda la plantilla, cinco jugadores juegan en la liga nacional de Nueva Zelanda y tres juegan en Australia. La estrella, Kirk Penney, forma parte del Trabzonspor turco, y los tres más jóvenes del plantel (Isaac Fotu, Rob Loe y Tai Webster) juegan en la NCAA, la liga universitaria americana.

Sin embargo, el jugador neozelandés más famoso en la actualidad, Steven Adams, no formará parte del equipo. El pívot juega al primer nivel y es una parte importante de la rotación de los Oklahoma City Thunder en la NBA. Su ausencia es una baja notable para un equipo que habría tenido al joven jugador como referencia.

La plantilla de Nueva Zelanda que peleará por el Mundial de España queda así:

Dorsal Jugador Edad Posición
4 Lindsay Tait 32 Base
5 Everard Bartlett 28 Escolta
6 Kirk Penney 33 Escolta
7 Mika Vukona 32 Escolta
8 Jarrod Kenny 28 Escolta
9 Corey Webster 25 Base
10 Thomas Abercrombie 27 Alero
11 BJ Anthony 26 Alero
12 Isaac Fotu 20 Ala-pívot
13 Casey Frank 36 Alero
14 Rob Loe 23 Pívot
15 Tai Webster 19 Escolta

Como se puede ver, se trata de una plantilla con pocos centímetros (la altura media es de 1,96 metros), escasez de jugadores interiores y dependencia absoluta del perímetro. Los jugadores exteriores serán los protagonistas del juego de los kiwis, lo que hará que Nueva Zelanda trate de dar prioridad a la velocidad y al lanzamiento exterior.

La estrella

El líder de la plantilla durante los últimos años y en este Mundial es Kirk Penney. El jugador del Trabzonspor turco lleva varios campeonatos seguidos siendo la referencia ofensiva de su equipo. Con un equipo tan dependiente del juego exterior, Penney es un jugador ideal, apoyado en su gran mano en el tiro exterior. En el Mundial de 2010 promedió 24,7 puntos por partido y en 2006 su media fue de 13,7, siendo en ambos casos el máximo anotador del equipo. En 2002, fue la segunda espada tras Jones, pero tuvo unos muy buenos números con 16,9 puntos por partido. Es, además, un viejo conocido de la afición española, pues jugó en el Fuenlabrada madrileño.

Foto: veooz.com

Junto a él, el hombre con más peligro ofensivo es Corey Webster. El de los New Zealand Breakers llevará muchos minutos la batuta del juego neozelandés, y su capacidad anotadora hará de él un perfecto aliado de Penney.

El entrenador

A los mandos de la selección de Nueva Zelanda está Nenad Vučinić. El técnico con pasaporte serbio y neozelandés comparte el trabajo de entrenador del Byblos Club libanés y seleccionador de los kiwis.

En los banquillos, ha sido tres veces campeón de Oceanía (1999, 2001 y 2009), una vez de la liga de Estonia (2009) y una vez de la copa de Estonia (2008). Lleva desde 2006 entrenando a Nueva Zelanda, y desde 2001 hasta ese año fue asistente en la selección. Su conocimiento del baloncesto neozelandés es, por tanto, total. Además, ha entrenado a Nelson Giants, OKK Beograd, BC Kalev/Cramo, Darussafaka SK, Fulgor Libertas Forli y Fujian Xiunxing. En su carrera como jugador, estuvo en BASK-U, KK Radnicki de Belgrado, Osijek Slavonka y Nelson Giants.

Su Nueva Zelanda se caracteriza por el juego rápido, la apuesta por el tiro exterior y el protagonismo del perímetro. En defensa es donde más lagunas tendrá que tapar Vučinić, con un equipo de pocos centímetros que sufrirá especialmente en la zona.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Nacho González Rueda
Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid. Coordinador de NBA. Redactor de Real Madrid y Premier League. Creo en el ´where amazing happens´ del baloncesto americano, en la eternidad de los vikingos y en la magia de un campo de fútbol inglés. También fui redactor del Mundial de Fútbol Brasil 2014 y Mundial de Baloncesto España 2014. Contacto: [email protected] ¡Nos leemos!