Samba brasileña en Atenas

Se cumplen once años del récord de anotación de una selección de baloncesto femenina en los Juegos Olímpicos: Brasil arrolló a Japón en Atenas (128-62) en un encuentro memorable que también supuso la explosión del combinado amarillo y de sus jugadoras, con Janeth Arcain a la cabeza.

Samba brasileña en Atenas
Janeth Arcain en un partido con Brasil. Fotografía: Zimbio
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Por Nehemías Dorta

Pocos récords han sido tan atípicos y surrealistas como el que consiguió la selección de baloncesto femenina de Brasil en Atenas 2004. El combinado suramericano, que por aquel entonces se perfilaba como una de las alternativas a Estados Unidos a principios de siglo, llegó al país heleno con la intención de plantar cara al conjunto norteamericano y empezaron arrasando a una débil Japón en su partido inicial.

No lo tenían precisamente fácil las brasileñas en el inicio del torneo. Estaban encuadradas en el Grupo A y, aunque evitaron a Estados Unidos, tuvieron que lidiar con otras potencias mundiales del baloncesto femenino. Tanto Rusia como Australia y Grecia iban a dar bastante guerra, mientras que Nigeria y Japón se perfilaban como las cenicientas de grupo y sus encuentros serían un mero compromiso obligado que solventar.

Sin embargo, para la 'canarinha', esto no era un encuentro más. Brasil sabía que estaban ante una oportunidad única de distanciarse de sus rivales. En caso de empate, las estadísticas favorecerían al equipo más anotador, así que la orden no fue de vencer a Japón en el partido inicial, sino simplemente de arrasar a su rival para conseguir el mayor número de puntos posibles.

Grupo A del baloncesto femenino en Atenas 2004

Brasil Australia Rusia Grecia Nigeria Japón

Precisamente en el otro grupo, Estados Unidos siguió la misma táctica y no tuvo problemas para deshacerse de la frágil selección neozelandesa (99-47). Así pues, y sabiendo que Australia había vencido en el partido incial del torneo ante Nigeria (85-73), las brasileñas iniciaron su particular gesta.

Ya desde un primer momento, la 'seleçao' empezó a poner un ritmo altísimo, fuera de lo común y al que presumiblemente sólo podían llegar las estadounidenses, situadas en otra galaxia. Las brasileñas vieron que las niponas sufrían en el juego interior y sacaron el máximo partido a ello. Sólo así se explica que la máxima anotadora fuera la pivot Alessandra Oliveira. Sus más de dos metros de estatura le hicieron no sólo anotar la friolera de 25 puntos, sino también de cosechar uno de los mejores dobles-dobles del torneo al capturar 13 rebotes.

Alessandra Oliveira fue elegida MVP del encuentro

En el juego exterior, las protagonistas eran las escoltas. Tanto Helen Luz como Janeth Arcain hacían de las suyas desde más allá de 6,75 y sobre todo esta última sacó de quicio a las niponas. Cabe destacar que la propia Arcain es la tercera máxima anotadora histórica del equipo con 2.247 puntos en más de 135 partidos, y frente a Japón subiría veinte puntos a su casillero personal.

Pasaban los minutos y el marcador no hacía más que aumentar. Fue entonces cuando, a ocho minutos para la conclusión y con un tiempo muerto solicitado, se empezó a cocer el récord absoluto. Las brasileñas acababan de superar la línea de los 100 puntos cuando ya los medios trasladados a Atenas encontraron el récord de anotación femenino en unos Juegos Olímpicos.

La plusmarca olímpica la tenían en su haber precisamente la selección sometida al correctivo, Japón. En Montreal 1976, las niponas habían superado la barrera de los 120 puntos a costa Canadá en otro partido memorable (121-76). Parecía factible viendo lo que estaba sucediendo en la cancha, así que la 'canarinha' se puso otro objetivo en el punto de mira, algo más ambicioso.

De esta manera, Brasil también quiso no sólo ser la máxima anotadora, sino también superar el récord de máxima diferencia en un partido olímpico de baloncesto, que la tenían las soviéticas de Moscú 1980 tras arrollar por 119-53 a Italia. 66 puntos de diferencia que las suramericanas intententaron dejar en el recuerdo.

Helen Luz celebrando una canasta brasileña. Fotografía: Bol.br

Y los récords cayeron. Tras un final de partido histórico, la bocina final indicó el final del mayor correctivo histórico de unas Olimpiadas: 128-62. Una victoria escandalosa que dio la vuelta al mundo y que ocupó un pequeño espacio en la prensa internacional al día siguiente. Las brasileñas superaban a Japón en siete puntos e igualaban los 66 de diferencia de la Unión Soviética.

Aún así y pese a la contundente victoria, la 'seleçao' no consiguió la ansiada medalla. Acabaron terceras de grupo por detrás de Australia y Rusia y llegaron a la ronda final al doblegar in extremis a España en los cuartos de final (63-67). Sin embargo, a la hora de la verdad, el equipo cedió en semifinales ante las australianas (75-88) y perdieron la final por el bronce ante el combinado ruso (71-64).

Pasaron en tan sólo unos días de ser la alternativa al oro a convertirse en una de las decepciones del torneo pese a haber alcanzado el olimpo en la primera jornada. De todas formas, y más de una década después, ningún combinado femenino ha conseguido superar a las brasileñas. 128 puntos que se antojan muy difíciles de superar, incluso para las norteamericanas. Un récord entre los récords.

Cuadro de honor de baloncesto femenino Atenas 2004

Posición País
Oro EEUU
Plata Australia
Bronce Rusia
Cuarto lugar Brasil
Quinto lugar República Checa
Sexto lugar España
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Sobre el autor
Nehemías Dorta
Periodismo en la ULL. Coordinador adjunto de las redacciones de la UD Las Palmas y Portugal. El fútbol portugués como gran pasión. Aprender haciendo lo que más quieres, eso no tiene precio. ¡Nos leemos!