Con aquel partido de septiembre aún en la retina, Francia clamará venganza por la derrota sufrida en territorio propio. Un partido espectacular de Pau Gasol, y del conjunto español en general, hizo que España se metiese en la finalísima contra Lituania, para colgarse después el oro en el torneo disputado en Francia. Los galos tuvieron que clasificarse después en el preolímpico para llegar a Río, y aquí estamos otra vez, con un duelo que levanta pasiones entre sus aficionados, y que es uno de los más disputados y repetidos de los últimos años.
La final, una quimera
Por doloroso que parezca, después de ganarle a los aguerridos argentinos, el que pase de este caldeado choque, se tendrá que enfrentar con, nada más y nada menos, que los estadounidenses, si ganan a Argentina claro. El camino es pedregoso, pero la selección ha mostrado su fortaleza mental, y de llegar a la final, no sería la repetida en Pekín y Londres contra los americanos, por lo que sería algo más fácil, un aliciente más que suficiente para nuestros jugadores.
El partido
Dos selecciones con varios NBA, con un largo historial de éxitos, y que han ido subiendo su nivel de juego conforme ha ido avanzando la competición. Eso es lo que se nos presenta para el partido de mañana. El partido será todo lo igualado que cabe esperar, como el último enfrentamiento, prórroga incluida. No falta nadie de ningún equipo, con respecto al último choque, ya que Marc tampoco estaba. España debe de defender con la fiereza con la que lo hizo en el Eurobasket y atacar la zona, punto flaco de los franceses este torneo, como se ha visto durante toda la fase de grupos. Pese a tener a una presencia como Gobert, no consiguen blindar su interior. Vigilar de cerca a las estrellas como Parker, De Colo o Batum, que pueden romper el partido en cualquier momento.
Esta vez los franceses no tendrán el estadio tan a su favor, por lo que el ambiente también es un factor a tener en cuenta. Para Francia, hacer que sus estrellas funcionen ofensivamente y que los jugadores de rol cumplan sus funciones es vital, así como que Gobert consiga frenar a Gasol, principal baluarte ofensivo del combinado español.
El camino
Ambas selecciones empezaron algo flojas el torneo, con derrotas por la mínima para España ante Croacia y Brasil, y una Francia que no lograba encontrar su juego, con derrotas y victorias ante selecciones inferiores y sin dar su mejor versión, pero a medida que éste ha ido avanzando, se han encontrado con su mejor juego, sobre todo una España que le ha ganado sobradamente a dos cocos de su grupo como Lituania y Argentina, despejando las dudas de su juego. Por el contrario Francia, viene de cerrar su Fase de Grupos con una derrota ante Estados Unidos, pero por un estrecho margen de tres puntos, lo que habla a las claras del trabajo realizado por los chicos de Vincent Collet.
¿Venganza?
Es sin duda uno de los alicientes de este clásico del baloncesto, ya que en los últimos cinco campeonatos de selecciones absolutas, nos hemos medido a los franceses en rondas de K.O., eso sí, con un balance positivo de 3-2 después de la semifinal del Eurobasket, prórroga incluida, donde Gasol impuso su ley para darle la victoria a nuestra selección por un estrecho margen.
Aquella derrota todavía escuece en el país vecino, ya que era su torneo, en su país, y su certificación como potencia europea absoluta, además de que les hubiese dado el pase directo hacia estos juegos. No es fácil de digerir. También lucharán con más ganas los que puede que den sus últimos coletazos en el baloncesto de selecciones a alto nivel, como Tony Parker o Boris Diaw, o la generación dorada Española con Pau a la cabeza, seguido de Felipe, Navarro y Calderón. Nombres ilustres que ya cuentan con algunos años de más y pueden estar ante su última oportunidad para colgarse una medalla en un campeonato.
Un partido imperdible, como lo fueron aquellas maravillosas semifinales. Con todos los ingredientes a disposición de los jugadores, este puede ser uno de los mejores partidos de todo el torneo, y uno de los momentos cumbre de las Olimpiadas.