El Caja Laboral entra en una fase decisiva de cara a asegurar su participación en la Final Four.  Con un 0 a 2 en contra, las opciones no parecen muy claras, si bien el CSKA aseguraría ser uno de los 4 ganando sólo 1 partido más.

Los 2 primeros partidos fueron muy diferentes para ambos equipos: mientras que los rusos, sabedores de su superioridad, impusieron su alto ritmo, concediendo muy pocas licencias en ataque a los vascos, y castigando a la perfección la poca concentración baskonista, los de Zan Tabak no acabaron de encontrarse cómodos. Sumado a esto, además, que fueron muy pocos los jugadores a destacar (Nocioni fue uno de los que más brilló en Moscú), la diferencia es evidente.

La eliminatoria, de menos a más

A pesar de los resultados, el Caja Laboral parece ir adaptándose al rival, aunque quizás lo está haciendo demasiado tarde. En el segundo encuentro, los vascos consiguieron anotar con menos problemas, y supieron castigar mejor los errores moscovitas. Además, la “reaparición” de Fernando San Emeterio, que en el primer partido apenas hizo acto de presencia, y tuvo que retirarse por un problema en el codo izquierdo, ayudó a conjuntar al equipo.

La defensa, el ritmo de Teodosic y el juego interior, claves para igualar la eliminatoria

Pero hay 3 aspectos en los que debería incidir si quiere imponerse al CSKA: el primero es la falta de defensa que ha ido mostrando a lo largo de los 80 minutos disputados. En ambos encuentros los rusos rozaron los 90 puntos, por 78 y 68 de los vascos. Además, uno de los estandartes del CSKA, Milos Teodosic, está jugando a placer: los 16 puntos y 17 de valoración del primero y 14 puntos con el  22 de valoración del segundo están dando el respiro y la paciencia que necesita su equipo para seguir sumando.

Por último, los puntos desde la pintura llevan de cabeza a los jugadores del Caja Laboral. Si en el primer partido eran Erceg y Khryapa los que más daño hicieron desde el poste bajo, la dupla Kaun-Krstic les cogió el relevo en el segundo y anotó 32 puntos del global. Tabak parece no haber encontrado la manera de frenar los puntos interiores, y el CSKA sigue insistiendo en esa zona del campo para anotar.

Tabak valora el apoyo de la afición y da total confianza al equipo

Analizando el primer partido, el entrenador baskonista pidió a sus hombres menos respeto por el rival, explicó que había jugadores que rindieron demasiada pleitesía al CSKA, incluso que les tuvieron miedo. El inicio del segundo encuentro, arrollador y totalmente diferente al del primero, parecía dar muestras de que el mensaje del croata había calado hondo en su equipo.

Ahora, el técnico va más allá, y se plantea el tercer partido como una deuda con ellos mismos. Tabak lo tiene claro, y confía en la unión del grupo como antídoto a la serie: “aquí llegamos como un equipo y de esta saldremos con soluciones de equipo”. Según ha explicado Tabak, sus jugadores están mentalizados con disputar el cuarto partido, pero piensa que necesitará un buen trabajo físico, antes que uno mental, para llegar al siguiente encuentro.