Los buenos uno contra uno de Fernando San Emeterio y la actividad de Tibor Pleiss marcaban los primeros compases del encuentro. Valencia Basket, muy rápido en sus respuestas, no dejaba que los vascos se escaparan en el marcador, y ponía músculo para evitar los ataques de Laboral Kutxa. Así, se ponía en bonus a falta de 3 minutos, y su entrenador, Velimir Perasovic, pedía tiempo muerto para pedir a sus jugadores que evitaran los balones interiores de Baskonia, acciones que les estaban dando muchos puntos. Las 5 pérdidas que acumulaba el Laboral Kutxa al término del primer cuarto le privarían de jugar más cómodos, y el período finalizaba 16 a 21, con Pleiss como jugador destacado para los vascos (7 puntos, 4 rebotes y 11 de valoración).

La dureza que Valencia Basket estaba imponiendo en su juego le empezaba a pasar factura a pocos segundos de haber iniciado el segundo cuarto. Bojan Dubjlevic, que reaparecía en la Liga Endesa, cometía su segunda falta personal y tenía que ser cambiado. Empezaba entonces un correcalles en el que Valencia salía beneficiado, sabiendo pararlo con una buena canasta de Pau Ribas.

Un revulsivo llamado Hanga

Pasaban 12 minutos de juego cuando Adam Hanga debutaría con la camiseta vasca en Liga Endesa (en Eurocup lo hacía el viernes pasado, ante el Lietuvos Rytas). Y su presencia mejoraba el juego de Baskonia: aunque blandos en defensa y permitiendo canastas muy fáciles de los “taronja”, contaba con más ideas ofensivas.  Buenos contraataques, opciones de anotar muy efectivas y un Adam Hanga que parecía tener el día. El húngaro encontraba sus canastas desde penetraciones explosivas, algo que el Valencia Basket no era capaz de parar. Incluso Perasovic probaba a 3 jugadores diferentes para parar a Hanga, pero sin resultado.

El problema más grave para el Laboral Kutxa era que 2 de sus jugadores interiores más importantes, Pleiss y Hamilton, estaban con 2 faltas cada uno, algo que le obligaba a hacer jugar a Illimane Diop, y el equipo optaba por sumar desde otras facetas.

La intensidad que el conjunto vasco presentaba se reflejaba hasta en la última acción de la primera mitad, en la que a falta de pocos segundos, Bjelica corría al contraataque y conseguía una falta personal y los consiguientes 2 tiros libres, que anotaba y ponía por delante al descanso, 40-38.

El Laboral Kutxa encontraba su mejor baloncesto en el tercer cuarto, muy seguro en cada acción que llevaba a cabo

El mal inicio del tercer cuarto del Laboral Kutxa, en el que se mostraba perdido en ataque y defensa, era castigado por el Valencia Basket, que anotaba 10 puntos casi seguidos, y volvía a empatar el encuentro. Tras estos instantes de incertidumbre, endurecía su defensa y luchaba cada rebote, imponiendo un ritmo muy alto de juego.

El equipo de Scariolo se encontraba mejor en defensa, más cómodo, pudiendo disputar cada balón como si fuera el último. En ataque, por otro lado, veía que correr al contraataque le daba rédito, y sumando en carrera o sacando faltas del Valencia Basket, llegaba su mejor momento de juego. Un triple de Thomas Kelati daría la mayor ventaja de los vascos, y el cuarto finalizaba 64 a 59. Jelinek, que aparecía en este tercer período, y Pleiss, intratable en la zona, seguían dando vida a los vascos.

Un tempranero triple de Sato y la zona que su equipo presentaba eran los argumentos que los “taronja” presentaban en Vitoria para llevarse la victoria. Y la alternativa defensiva les daba buenos resultados, pues en las 2 primeras acciones conseguía que el Laboral Kutxa no sumara. La poca defensa de Baskonia se reflejaba en las buenas acciones de tiro del mismo Sato y de Rafa Martínez, que campaban a sus anchas por la zona vasca. Scariolo se veía obligado a pedir un tiempo muerto para explicar a sus jugadores cómo parar a estos 2 jugadores.

La intensidad del juego era vertiginosa, con canastas al límite y buenas opciones de sumar al contraataque, como lo hacía Pleiss para ponerse a 2 puntos en el marcador. Sabedor de la seguridad con la que contaba el alemán, Scariolo insistía en buscar los puntos desde la zona, y con éxito.

Final con una canasta impensable

Sato fallaría una canasta en su pista y San Emeterio correría para poder sumar en un genial 1c1, canasta con la que ponía por delante a su equipo de 1 punto, a falta de 1:22. Pero las tornas cambiarían, y una buena defensa de Laboral Kutxa no era culminada con canasta, Huertel fallaba un tiro lejano. Rafa Martínez y Kelati recibirían falta en su cancha, y ambos convertían sus tiros libres.

A falta de 2 segundos, Perasovic pedía tiempo muerto para intentar lo imposible. Scariolo ordenaba que llevaran a todos los jugadores fuera de la línea de triple, y que cambiaran en todos los bloqueos. Unas directrices que se diluyeron, pues una jugada de pizarra, en la que Justin Doellmann salía de un bloqueo ciego y recibía en el aire se convertía en canasta, llevándose, así, la victoria de un intenso partido. El resultado final, 78-79, daba fe de la igualdad presente en los 40 minutos de juego. Doellmann, con 12 puntos y 7 de valoración, no jugó su mejor partido, pero dio el triunfo a su equipo. Los mejores fueron Rafa Martínez (16 puntos y 18 de valoración) y Romain Sato (13 puntos y 16 de valoración). Para el Laboral Kutxa, Tibor Pleiss (21 puntos y 29 de valoración) y Adam Hanga, que debutaba en Liga Endesa (10 puntos, 12 de valoración) fueron los más acertados.