El partido en Zaragoza empezaba con un intercambio de canastas poco habitual para 2 equipos tan separados en la clasificación. Aprovechando la primera posesión, Lagun Aro mostraba sus credenciales con el primer triple del partido, de mano de Woods. Van Rossom, liderando al CAI desde el inicio, contestaba de igual manera, y daba inicio a la máxima igualdad posible, con canasta en casa ataque. Los vascos se ponían por delante a base de tiros libres, pero el buen trabajo de Jones en el poste bajo volvía a las tablas.
El americano se sentía cómodo, y lo demostraba con un espectacular mate que ponía en pie al público (9-10). A partir de entonces, Lagun Aro empezaba a fallar: Woods, que no acababa de encontrar la manera de anotar, erraba sus tiros, y los maños lo castigaban corriendo al contraataque. Parecía que ambos equipos siguieran un guión parecido: dejar que el rival atacara a placer e intentar cortar balones en defensa para optar a anotar en carrera.
Igualdad máxima en la primera parte
Pero no surgía el efecto esperado, y es que los largos ataques del equipo de Sito Alonso no acababan en canasta, ayudado, también, por la buena defensa caísta, que en ataque movía el balón rápido y conseguía que casi todos los jugadores que estaban en pista acabaran anotando.
En defensa, el Lagun Aro optaba por una opción de 2c1, acción que el CAI castigaba a la perfección: por dos veces seguidas, era el jugador más grande el que doblaba balón al pequeño, que recibía dentro y anotaba, poniendo así el 17-12 en el marcador. La asfixiante presión rojilla conseguía que los vascos perdieran 2 balones por posesión, con lo que Sito Alonso pedía tiempo muerto para poner las cosas claras en ataque. Los 4 puntos de Doblas en la pintura y el posterior mate de Ibekwe devolvían la igualdad al marcador, y el primer cuarto acababa con un empate a 19.
Costaría ver el despegue del CAI, y es que a pesar de confiar mucho en su juego interior, de mano de Jones y Norel, ninguno de los dos acababa de tener el día, y se mostraban poco acertados de cara al aro. Los maños, despistados en defensa, dejaban que Neto, Rubio y el poderoso Woods anotaran con muy poca oposición. Roll y Van Rossom anotaban cuatro puntos que al término del segundo cuarto dejaba el 42 a 34.
Hasta el momento, el CAI no había mostrado su mejor defensa, y este instante de incertidumbre atrás se reflejaba en el parcial de 0 a 8 con el que daba comienzo el tercer periodo. Empatando el partido, el Lagun Aro se mostraba seguro en ataque, y provocaba los errores de los maños. Después de un tiempo muerto pedido por José Luis Abós, los rojillos devolvían un 6 a 0 que llevaba a otro minuto, pedido, ahora, por Sito Alonso.
El despertar de Rudez
Con cambios en sus filas, el CAI buscaba un revulsivo que matara el partido y pusiera las pilas en defensa a sus compañeros. Ese hombre era Rudez, que lideraba a su equipo con 10 puntos seguidos. Los donostiarras estaban KO, y Jones y Norel, poco participativos del juego de su equipo, reaccionaban a tiempo para echar la mano que necesitaba el CAI. Jugando entre ellos y ayudándose para intentar parar a Woods, remataban la faena con un más 13 en el electrónico (59-46). Aun así, el MVP de la jornada anterior, Norel, no entraba del todo en el partido, y seguía fallando debajo del aro. Por parte de Lagun Aro, era Finley el que cogía las riendas del equipo, y anotaba 7 puntos al final del tercer cuarto que mantenían vivo el encuentro.
El Lagun Aro echa el resto
Sito Alonso planteaba una defensa zonal 3-2 con la que intentar robar balones y salir al contraataque. Roll, que tomaba el testigo de Rudez en este tramo del partido, anotaba rápidamente 4 puntos que devolvían la ventaja de 12 a los rojillos. Los últimos esfuerzos de los vascos venían de mano de Ibekwe y Woods, aunque con poco efecto. El huracán Rudez no había terminado su actuación, y con una canasta en la zona y un espectacular aro pasado ponía la máxima diferencia del partido hasta el momento, 16 puntos.
En los últimos instantes del partido, Abós aprovechaba para dar más rotaciones entre sus jugadores, y Fontet y Adrián García, que aún no había disputado ningún minuto, saltaban a pista. El pívot catalán lo aprovechaba dando muestras de su buen hacer debajo del aro: taponaba una penetración de Lagun Aro y culminaba la jugada recibiendo en su cancha para disputar un 1c1 desde la línea de triple, acción que provocaba la ovación del Príncipe Felipe.
Con esta victoria, el CAI se mantiene sexto,en la zona de playoff y el Lagun Aro sigue en la parte baja, con 8 triunfos y viendo más complicada la salvación. Damjan Rudez, con 23 puntos y 27 de valoración, se convierte en el mejor jugador del partido, y siete jugadores caístas acabaron con 10 o más de valoración.