Festival anotador en la victoria de Canarias frente a Unicaja

El Santiago Martín ha vivido esta tarde un encuentro de aquellos que se pueden considerar como homenaje al baloncesto. El conjunto de Alejandro Martínez ha conseguido imponerse a Unicaja de Málaga por 97 a 92, después de una primera mitad muy igualada en la que se ha llegado con un empate a 49 y un último cuarto sensacional, en el que ambos equipos han mostrado un gran acierto anotador para convertir 34 y 30 puntos respectivamente. Saúl Blanco, con 19 puntos, ha sido determinante en el último cuarto, mientras que Zoric y Urtasun han destacado por el lado malagueño con 16 y 20 puntos

Festival anotador en la victoria de Canarias frente a Unicaja
Úriz ante la oposición de Marcus Williams. Foto: ACB Foto
marcvisa
Por Marc Visa Romero

El árbitro lanzaba la bola al aire para quedar en el lado visitante. Unicaja entraba muy metido en el partido a sabiendas de lo que estaba en juego.  La concentración era máxima, movían el balón mareando a un rival que se estaba viendo sorprendido por la velocidad de circulación exterior-interior y conseguían hacer llegar el esférico donde más daño hacia al conjunto canario. Los malagueños cogían las primeras ventajas gracias a la anotación de sus hombres de la pintura, 3-8 tras canasta de Panko.

Reacción canaria

Canarias no se quiso dejar sorprender, y al contrario de modo de operar de su rival, respondían desde el exterior para darle la vuelta al marcador con dos triples consecutivos de Levi Rost, y 11-10 en el electrónico.

Un ritmo frenético en el arranque del primer periodo marcaba el compás en la cancha, el público asistente al Santiago Martín estaba presenciando un festival de lanzamiento por parte de ambos conjuntos que ponían el tanteador en un  16-18 en el minuto 6 de partido, con un enorme porcentaje de acierto: 6/8 por parte local y 8/9 por el lado visitante.

Tras un tiempo muerto, el ritmo desfallecía ligeramente, las faltas y el lanzamiento desde el tiro libre dejaban el marcador en tablas al final del período inicial, 24-24, con Rost y Urtasun como protagonistas con 11 puntos cada uno.

El segundo comenzaba con la misma dinámica con la que había acabado el primero. Marcus Williams se marcaba un lanzamiento de tres que se estampaba contra el tablero, y los laguneros perdían sus dos primeras posesiones, pero esto no tardaría mucho en verse convertido de nuevo a la velocidad y el dinamismo con el que se había comenzado. Lampropoulos convertía el noveno y el décimo tiro libre para su equipo en el encuentro para romper la sequía anotadora en el período y coger de nuevo la ventaja en el electrónico.

Protagonismo interior

Unicaja seguía haciendo mucho daño desde el interior, y la defensa local no podía detener los movimientos de Luca Zoric abajo en el poste. El pívot croata se convertía en un verdadero dolor de cabeza para los de Alejandro Martínez, por lo que el entrenador local daba entrada a Gillén y Chagoyen.

Desde el principio ambos jugadores tiraron de veteranía, para coger otra vez la ventaja para su equipo tras un triple ala-pívot canario, 37-33 llegado el ecuador del segundo período. Los locales intensificaban su defensa y tras una gran culminación al contraataque en la que Richotti machacaba el aro tras un pase de Biviá conseguían la máxima diferencia  y obligaba a Repesa a pedir tiempo muerto.

Los malagueños se ponían en zona para intentar ralentizar el ritmo frenético que estaban imprimiendo los locales, pero el conjunto canario alargaba el parcial 45-37, tan solo Zoric (12 puntos) y un perfecto Urtasun (15 puntos) mantenían el acierto anotador visitante para que la distancia se mantuviera por debajo de los 5 puntos, 46-43 (minuto 19).

El último minuto de la primera mitad sirvió para mandar a los visitantes a la línea de 4´50, y tras una canasta de Andy Panko se llegaba al descanso de nuevo con tablas en el marcador, (49-49) después de unos primeros 20 minutos regidos por el buen hacer desde el tiro libre -15 de 16- y la aportación de los reservas canarios con 25 puntos; y la gran aportación de Urtasun y Zoric por parte visitante (17 y 16 de valoración al descanso).

Intensidad defensiva

Tras el paso por el vestuario, ambos conjuntos salieron algo fríos. La buena defensa en ambos lados de la pista hacía que los errores en el lanzamiento y las pérdidas de balón se sucedieran, habiendo anotado tan solo 2 y 4 puntos respectivamente en los primero cuatro minutos.

Jakin Donaldson despertaba del letargo a su equipo, con 5 puntos consecutivos devolvía la ventaja al cuadro tinerfeño, mientras que los de Málaga seguían chocando ataque tras ataque contra la fuerte defensa que estaban imprimiendo los hombres de Alejandro Martínez. Repesa no lo veía claro y con un 61-56 pedía tiempo muerto.

El técnico croata ponía a su equipo en zona de nuevo, con Calloway y Williams en la punta de la zona de forma muy activa conseguían reducir la diferencia de puntos, para llegar al final del tercer período con una mínima ventaja para los aurinegros, 63-62, que de nuevo se cerraría con una nueva pedrada del base norteamericano (0 puntos en lo que llevaba de encuentro y -1 de valoración).

Momento Blanco

Lampropoulos se echaba el equipo a la espalda al principio del periodo final, su garra y entrega contagiaba al resto de sus compañeros en la cancha. Los de Martínez salían muy enchufados, y con dos triples consecutivos (Richotti y Blanco) alargaban la diferencia hasta los 7 puntos, 73-66 en el minuto 32.

Saúl Blanco cogía el relevo del griego, y con un nuevo lanzamiento exterior aumentaba la diferencia hasta los 10 puntos. Los locales habían conseguido reencontrarse con el nivel de juego del primer período y jugada tras jugada alargaban la ventaja hasta los 15 en un momento de bloqueo físico y mental de los visitantes,  con un parcial de 20 a 6 en el cuarto el electrónico reflejaba 83-68.

Con el partido en la mano insular, Unicaja comenzó a jugar posesiones cortas, a la deseperada con la intención de recuperar en el marcador. La táctica le salía bien a los andaluces, hasta conseguir reducir la diferencia a los 6 puntos 88-82 y un minuto por jugarse.  Esta vez los que estaban bloqueados eran los locales y la ventaja seguía reduciéndose hasta los dos puntos y 8 segundos por jugarse 94-92.

Unicaja cometía personal, Saúl Blanco convertía el primero y fallaba el segundo, pero los locales conseguían controlar el rebote para finalizar el encuentro con un 97-92.

El buen hacer desde la línea del tiro libre durante todo el partido (30 de 32) por parte aurinegra permitía cerrar el partido y conseguir que la victoria se quedara en la isla. Con la derrota, Unicaja ve como el objetivo del playoff se pone un poco más difícil.