Llegamos a la recta final de la temporada, ese momento en que todo se decide de una vez por todas y en el que los equipos deben pegar un arreón definitivo para llegar a sus objetivos. El Iberostar Tenerife deberá hacer lo propio en sus aspiraciones por alcanzar la octava plaza, pero se encontrará con un nuevo obstáculo en forma de sobrecarga de partidos. De los cinco encuentros que les restan para finalizar el campeonato, los de Alejandro Martínez jugarán más de la mitad en apenas siete días.

El responsable de esto es el Herbalife Gran Canaria, rival de los aurinegros el próxima jueves, cuya presencia en la final de la Eurocup obligó a cambiar la fecha del choque previsto para el pasado fin de semana. De esta forma, el cuadro tinerfeño tendrá que jugar tres partidos entre el tres y el 10 de mayo: por este orden, viajará a San Sebastián, y recibirá a Gran Canaria y Valencia. Tres encuentros decisivos, dos de ellos ante rivales directo, en una semana que puede ser histórica para los tinerfeños.

La disputa de tres partidos de forma tan concentrada no es del todo extraña, pero sí que lo es en esta época. El calendario de la ACB siempre prevee varios partidos seguidos en las fechas navideñas, por lo que no será ni mucho menos la primera vez que el Iberostar deba afrontar algo así. De hecho, en las dos últimas navidades ya ha tenido que disputar tres partidos en siete días con un recuerdo muy diferente para cada caso, pues si el año pasado sumó tres victorias ante Laboral Kutxa, Murcia y Cajasol, en la actual temporada cayó ante Joventut, Bilbao y Valencia.

Esta acumulación de partidos era mucho más habitual en la anterior etapa aurinegra en la máxima categoría (1986-1991). En aquellos momentos las temporadas estaban mucho más concentradas, por lo que era algo habitual incluso disputar cuatro partidos en ocho días. No obstante, la última vez que le ocurrió al conjunto tinerfeño fue en una semana fatídica, pues entre el dos y el siete de mayo (fecha similar a la actual) de 1991 los chicharreros disputaron los tres partidos finales de su eliminatoria ante el Ferrol que acabarían constándoles el descenso.

Un problema menor

Pese a que pueda parecer un hecho preocupante, si se analiza fríamente los tinerfeños pueden incluso salir beneficiados de este hecho. Para empezar, han tenido una semana más que su más inmediato rival, Gipuzkoa Basket, para preparar el partido del domingo, al que llegarán también con un gran descanso, y no cabe duda de que en estas casi dos semanas libres el proceso de scouting se habrá hecho a los tres próximos rivales, que, por el contrario, han estado pendientes de otros partidos. Por tanto, la preparación táctica será seguramente muy concienzuda, y el choque en tierras vascas tendrá lugar con el equipo más descargado que los de Ponsarnau.

El Iberostar llegará más descansado que su rival a dos de los tres partidos de la semana

Además, aunque el Iberostar vaya a sufrir una importante acumulación de encuentros, esta no es comparable a la que ya está afrontando el Gran Canaria. Pese a que no disputaron su encuentro de Liga Endesa la semana pasada, en los últimos cinco días han jugado los dos partidos correspondientes a la final de la Eurocup, que, además de un cansacio importante, les han supuesto un duro golpe moral. Así, los de Alejandro Martínez llegarán también más descansados que el rival a su segundo encuentro de la semana, pues los de Aíto afrontan ni más ni menos que cinco partidos en apenas 15 días.

Será ante el Valencia ante quien el factor físico pueda ser más relevante, ya que los de Carles Durán sí que tendrán libre la próxima semana, pero ya se sabe que los playoffs no se regalan, y si los aurinegros quieren llegar hasta ellos no les queda otra que sufrir. Ya han demostrado que tiene capacidad de sobra para hacerlo y sobreponerse, es ahora cuando deben resistir y dar el paso definitivo hacia la gloria.