La contracrónica: sin puntos y sin rebotes

El Iberostar cayó derrotado ante Unicaja tras mostrar serios problemas para anotar y cerrar los rebotes defensivos.

La contracrónica: sin puntos y sin rebotes
Los aurinegros reciben una canasta tras rebote. Fotografía: Tony Cuadrado | VAVEL
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Por Aitor Darias Oruezabala

Caer en el Santiago Martín se está convirtiendo en una triste costumbre para el Iberostar Tenerife. Hoy, los de Vidorreta volvieron a caer, esta vez ante Unicaja, tras un partido en el que sufrieron horrores para anotar cada canasta. Por primera vez en la temporada, los auriengros se quedaron por debajo de 60 puntos, una cifra que hace muy complicado poder sumar un triunfo.

La falta de acierto en el lanzamiento, propiciada en parte por la buena defensa de los andaluces y la intimidación de sus hombres interiores, mantuvo siempre el partido en unos guarismos muy bajos. El cuadro de Joan Plaza se encontró también con dificultades para hacer puntos, pero su poderío físico les abrió una vía de escape: el rebote ofensivo. A través de él, castigaron enormemente a los tinerfeños.

Unicaja capturó ni más ni menos que 14 rebotes en ataque, ocho de ellos en el tercer cuarto. Fue en ese parcial en el que el Iberostar apretó más a su rival, pues vivió sus mejores momentos de acierto en el partido y, empujado por la grada, apretó al máximo la defensa y llegó a ponerse a un solo punto de los andaluces. Sin embargo, las segundas oportunidades que concedieron mantuvieron a los visitantes al frente, e impidieron que los chicharreros dieran el vuelco definitivo al partido.

Más allá de los problemas reboteadores, el encuentro de hoy no hace más que confirmar que los de Vidorreta tienen cada vez más problemas para anotar. Pese a que hoy no estuvieron tan erráticos en el tiro libre y desde el 6,75 como en otras ocasiones, los 25 puntos con los que llegaron al descanso hicieron evidente las dificultades a las que se enfrentaron para sumar cada canasta. No es un problema que se repita cada semana, pero sí que es algo que se está haciendo cada vez más habitual, y en choques como el de hoy en el que los hombres más importantes no están del todo inspirados el atasco es más que evidente. Es algo en lo que deben seguir trabajando. Rara vez acabar con menos de 60 puntos será sinónimo de victoria.