La mañana de hoy se antojaba vital para el conjunto sevillano. Una victoria ante Gran Canaria hubiese permitido certificar la permanencia con un alto porcentaje de opciones. Los pinchazos de Gipuzcoa y Manresa, hacían necesaria la victoria de los sevillanos para así no tener que sufrir más de la cuenta. En frente, un equipo subcampeón de la Eurocup dirigido por el mismísimo Aíto García Reneses, quien recibió la ovación de San Pablo en los prolegómenos del partido.

En el cuadro grancanario, con la baja por molestias en un tobillo del exjugador del CB Sevilla Txemi Urtasun, que por ello no pudo enfrentarse a su hermano Alex, llegó a Sevilla a superar su bajón tras haber caído e cuatro de sus cinco últimos partidos -dos de liga y los dos de la final de la Eurocup que perdió ante el Khimki ruso- para reafirmar sus opciones de disputar la fase por el título.

Gran inicio cajista

El partido comenzó como acostumbra en San Pablo, bloqueos ciegos para que Kirk Penney logre lanzar de tres sin oposición. Tres triples consecutivos y un 11-0 de parcial que obligó al entrenador madrileño a parar el partido. Su equipo no se estrenó hasta los 3 minutos y medio con una cesta del australiano Brad Newley, máximo anotador amarillo con 9 puntos en la primera mitad, pero Tomás Bellas y Kuric siguieron perdidos. Los sevillanos marcaban el ritmo, ayudados por su acierto en el tiro (19-9).El primer acto acabó con un lanzamiento lejano de Albert Oliver, quien parece estar tocado por una varita cada vez que pise el parquet sevillano. 25-19 tras los primeros diez minutos de juego.

Tras la reanudación, los canarios se rehicieron y consiguieron adelantarse de forma breve (29-30). Luis Casimiro pidió tiempo muerto y entre Porzingis y Willy Hernángomez, el marcador se tornó en favor verdirrojo. Tras varias jugadas polémicas y algún que otro altercado (Berni acabó con una brecha) se llegó al descanso con 43-38 favorable para los huéspedes de Kansas City.

Nuevo arreón local

Baloncesto Sevilla volvió a apretar tras el paso por vestuarios y la ventaja comenzó a oscilar los diez puntos. El mal porcentaje en el tiro de tres por parte de los canarios y el buen juego entre pívots locales (Porzingis alcanzó los diez puntos y Willy 12), llevaron a los cajistas a disfrutar de una ventaja de 12 puntos (56-44). A partir de aquí, un partido nuevo por venir.

Los amarillos activaron el modo 'hammer time'

1:44 para el final del tercer cuarto. 56-44 en el electrónico y la remontada canaria empezó a labrarse. La dirección de Albert Oliver, los contraataques de Newley y la intimidación de Tavares en defensa permitieron a los visitantes acabar el periodo con dos puntos de ventaja (57-59).

El último cuarto se afrontaba con una dinámica totalmente distinta a la vista en los tres primeros cuartos. Un Baloncesto Sevilla decaído tras perder la ventaja en apenas dos minutos y un Herbalife Gran Canaria crecido por los atisbos de remontada.

Canasta tras canasta y defensa tras defensa, los canarios hicieron suyo el partido. Con el joven Oriol Paulí sensacional, Báez muy acertado y el Kuric renacido en el tiro exterior, los insulares -on dos triples de Kuric, uno de Báez y otro de Oliver- lograron un parcial de 3-17 para coger una máxima renta de 14 puntos (62-76 y 64-78, m.37), amarrar un valioso triunfo por 75-83 y mantenerse octavos.

A seguir luchando

Baloncesto Sevilla sigue con diez victorias y con la mente puesta en Guipúzcoa, donde jugará una final por evitar el descenso. Habrá que estar pendientes de lo que ocurra en Manresa en el partido entre catalanes y el Tuenti Móvil Estudiantes.