Ahora no hay vuelta atrás. Ya ha dado el paso adelante que necesitaba y le están ofreciendo margen de maniobra. No hay más momentos para encoger la muñeca o ir con pies de plomo de cara al aro. Ya es tiempo de Jaime Fernández.
Ahora sí
Ésta parece ser la temporada de despegue del prometedor base de Tuenti Móvil Estudiantes. Las características en la confección de la plantilla, así como un trabajo veraniego de mejora en tiro y fundamentos, han hecho que Txus Vidorreta y su equipo técnico le confie a Jaime la tarea de ser el revolucionario que él quiere ser.
Ha nacido con habilidad y magia, sumándole la pasión y la belleza con la que mira este deporte de la pelota naranja. Sus aptitudes están probadas en las categorías inferiores del club colegial desde que llegó del Real Canoe en 2008. Ha ido adquiriendo experiencia en una de las mejores canteras de Europa y en sus incursiones en el primer equipo hasta ser parte de él. Y ha vivido una mezcla de experiencias en su tiempo como profesional, desde una Copa del Rey y cuatro medallas con las categorías inferiores de la selección española hasta la histórica temporada del no descenso (2011/12).
El cambio obligado
El conservadurismo en materia de minutos que Txus Vidorreta debe tener con Javi Salgado en el puesto de base y la lesión inicial de Fede van Lacke ha hecho que la aportación de Fernández en los puestos de base y escolta se hayan tenido que multiplicar sobremanera. Y él, encantado. Ha respondido de manera espectacular.
En sus primeros 6 partidos de esta temporada 2014/15, el número 7 del Estu está sacando las castañas del fuego en muchas ocasiones. Además, se gusta a sí mismo y a los demás. Los números le avalan: en 22 minutos de media, supera los 11 puntos y los 13 de valoración sin bajar del 70% en tiros libres y rondando el 50% en tiros de dos y de tres. Está superando todas sus marcas, sobre todo en faltas recibidas, asistencias y efectividad desde fuera del arco de 3 puntos.
Si hubiera un galardón similar al que la NBA tiene para el Jugador Más Mejorado, Jaime Fernández estaría en la primera posición para ganarlo a final de campaña. Habiendo premios o no, queremos ver más de y mejor del madrileño. Calidad le sobra; progresión, también. Y de confianza va cargado hasta las cejas porque los responsables máximos se la dan.
El buen baloncesto es una droga dura, y cada vez hay más enganchados a eso que llaman Jaime Fernández.