El Barça de Xavi Pascual ha vuelto. Quizá nunca se fue o solamente le costó arrancar pero poco a poco se ha ido engrasando la máquina y ahora ha recuperado las señas de identidad que tan grandes les hicieron no hace mucho tiempo. Defensa, transición y buen balance en el juego interior-exterior. Ante el Kiev, los cuatro hombres interiores que utilizó el técnico azulgrana anotaron 57 puntos de los 84 que completó el conjunto azulgrana.
El acierto local sorprende
Esa superioridad se vio desde el salto inicial. Un Tomic imperial, 18 puntos, anotó las cuatro primeras canastas del conjunto azulgrana en una primera parte bastante equilibrada. Los ucranianos, basándose en un juego caótico y con mucho lanzamiento exterior, vivió de un notable acierto y de una nula defensa culé para irse con ventaja al final de los dos primeros cuartos (48-46).
Sin embargo, esa ventaja local era algo relativa. En ningún momento del partido fueron netamente superiores al conjunto de Xavi Pascual y se veía con claridad que en el momento en el cual el Barcelona ajustara su defensa el partido se decantaría del lado azulgrana, como ya pasara ante CSKA hace una semana.
Un juego interior apabullante
Si la primera parte fue una continua sucesión de canastas, la segunda mitad fue todo lo contrario. Ritmo más y mejor controlado por Marcelinho Huertas y de nuevo la pintura azulgrana imponiendo su fuerza y centímetros en ataque. Con Tomic (18 puntos) y un espectacular Dorsey (16 puntos y 22 de valoración) en el puesto de cinco, el base brasileño y Juan Carlos Navarro, que llegó a los 470 triples en Euroliga, se dedicaron a distribuir el juego azulgrana.
El 8-16 del parcial del tercer cuarto puso las cosas en su sitio y el equipo culé cogío una renta de 6-8 puntos que no abandonó en el resto del encuentro. La defensa en momentos importantes de Sada o Papanikolau, que dejó un mate para el recuerdo, tuvieron su vital importancia en los momentos en los que el Kiev apretó más con corazón que buen baloncesto.
Al final una renta de diez puntos para cerrar la primera vuelta con un balance de 3-2 y sumar así la primera victoria a domicilio en Europa. En siete días los de Xavi Pascual visitarán Belgrado para disputarle la victoria al joven equipo de Partizán, que ya puso contra las cuerdas al equipo catalán en la jornada inaugural de la Euroliga. Mucho han cambiado las cosas desde entonces. Ahora este Barça es mucho más Barça.