El derbi catalán por excelencia empezaba con dos equipos atrevidos, ambiciosos y probando los primeros ataques desde lejos. Demond Mallet y Mario Hezonja estrenaban el marcador con sendos triples, y caldeaban, aún más si cabe, un Olímpic con ganas de baloncesto. Sitapha Savané imponía su lógica en la pintura, y le ganaba las primeras acciones a un Ante Tomic superado por el verdinegro.

Los errores en ataque del FC Barcelona se sucedían, y la entrada de Brad Oleson por Deshaun Thomas daría algo de serenidad al juego azulgrana. El equipo de Xavi Pascual leía la defensa de Mallet sobre Satoransky, con ventaja para el checo, e insistía con él en la pintura, para ganar superioridad en sus opciones.

Las segundas unidades del Barça aparecían en Badalona para mantener un ritmo alto de juego, algo que Álex Abrines y Bostjan Nachbar se encargarían de hacer. Satoransky guiaba a los suyos hacia su mayor ventaja, de cuatro puntos (7-11). Igualado, el partido entraba en una fase de idas y venidas en las que los errores, quizás por demasiada precipitación en sus opciones de ataque, marcaban el ritmo de juego.

Huertas y Pleiss, la dupla perfecta

Marcelinho Huertas entraba a dos minutos y medio para acabar el primer cuarto, y seguía unas directrices claras: canastas rápidas y mucha velocidad en el ataque azulgrana. La presencia de Tibor Pleiss en pista dejaba ver a un Barça más seguro cerca del aro, y es que el alemán aportaba rebotes y puntos a partes iguales. El primer cuarto, que acababa con el 12-19 en el marcador, quedaría marcado por un FIATC Joventut que había funcionado a rachas, a base de acciones individuales, y por un juego del FC Barcelona más sólido en la zona.

Savané y Tomic ofrecían un duelo bonito e intenso en la pintura, pugnando por sumar después de las segundas opciones, y aportando más garra al partido. Doellman sería la referencia anotadora azulgrana en el segundo período, castigando una defensa badalonense algo más permisiva. El Olímpic, encendido por las decisiones arbitrales, empujaba para que el FC Barcelona no se encontrara cómodo, en un momento en el que se había marchado con 10 puntos de ventaja (15-25).

Una Penya sin ideas

La defensa del FC Barcelona, por su parte, había ganado en intensidad, y obligaba a que los locales buscaran los puntos desde lejos, sin éxito alguno. La tripleta Oleson-Thomas-Satoransky planteaba muchos problemas a la línea exterior del equipo de Salva Maldonado, que no dudaba en parar el partido para aclarar las ideas de los suyos en ataque.

Abrines agrandaba la herida sumando desde el triple, y ponía el 17-38 en el Olímpic. La inspiración individual de los locales parecía haberse borrado, y Mallet era el único que rompía el mal momento de Penya. Sería, sin embargo, desde la defensa, la manera en la que FIATC Joventut volviera a sumar buenas sensaciones: encadenaba dos acciones grupales positivas, dejando al Barça sin anotar, agotando sus posesiones, y seguía remando a contracorriente para forzar la remontada antes del descanso. Los dos directores de juego de uno y otro equipo, Hannah y Huertas, cerraban la primera mitad con buenas acciones de calidad, jugando 1c1 que llevaban al 26-45.

El tercer cuarto no hacía sino repetir las dudas que el FIATC Joventut había tenido en la primera mitad. En defensa no encontraba la exigencia deseada (de hecho, permitía un parcial de 0-7), y en ataque no se atrevía a probar suerte desde dentro, algo que favorecía al Barça. Sin un rumbo claro, la Penya se acercaba, peligrosamente, al -30, una cifra poco agradable de vivir en casa.

Desacierto y contundencia, cara a cara

Con el 27-57, el FC Barcelona estaba exprimiendo a un FIATC Joventut que se había borrado, solo, del partido. La diferencia entre uno y otro equipo, casi insalvable, no frenaba al FC Barcelona, que seguía en su lucha por el partido y la cuarta plaza. Por parte local, Suton y Hannah estaban salvando los muebles de una Penya al borde del precipicio. El 38-70 reinaba en el Olímpic al inicio del último cuarto, y los ánimos en Badalona, visiblemente más bajos, parecían haber hecho mella en los jugadores.

El conjunto de Pascual no se mostraba dispuesto a ceder ante uno de los rivales a batir en la Liga Endesa, y quizás con el partido de ida en la cabeza, en el que los verdinegros se habían impuesto en el último segundo con una canasta de Suton, la revancha motivaba cada acción del partido.

La situación en FIATC Joventut era preocupante: a ocho minutos para el final sólo sumaba 38 puntos, y lo que es peor, no acababa de dar con la figura que diera la vuelta a esta faceta del juego, no aparecía un líder al que seguir. En defensa había dejado que el Barça impusiera su ritmo, y que anotara en, prácticamente, todos sus ataques, lo que explicaba la diferencia de casi 40 puntos en el marcador. Muy cómodo, el FC Barcelona estaba jugando a placer, y no encontraba en el equipo de Maldonado un rival que le pusiera obstáculo alguno.

Pascual aprovechaba, a cinco minutos para el final, para probar alternativas en sus ataques: dando descanso a Pleiss y Tomic, proponía defender su juego interior con Doellman y Nachbar, que a su vez, ofrecían un juego abierto, con buenos lanzamientos de ambos.

Ya con el partido decidido, el conjunto de Maldonado mostraba destellos del carácter que le han llevado a la parte alta de la clasificación. Por su parte, el Barça jugaría relajado los últimos minutos, sin presión, ofreciendo un juego alegre. El resultado final sería 61-99, con el que el FC Barcelona recupera el average y suma confianza de cara a la Copa del Rey, que llega a partir del próximo jueves a Gran Canaria.