Olympiacos impone su dureza para  igualar la serie en Barcelona

El equipo del Pireo se marcha a Grecia con el 1-1 bajo el bolsillo, tras un encuentro que dominó desde el inicio. Su intensidad a lado y lado de la cancha pudo con un FC Barcelona incapaz de desarrollar su juego. Printezis y Spanoulis, hombres destacados en el segundo partido de los cuartos de final.

Olympiacos impone su dureza para  igualar la serie en Barcelona
(imagen: Mundo Deportivo)
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Por Maria Cerezuela

Vangelis Mantzaris abría el segundo partido de la serie, desde lejos, y dejaba claras las intenciones de Olympiacos en Barcelona: sumar cuanto antes y ofrecer un nivel defensivo alto. Dicho y hecho, y es que los dos primeros ataques del FC Barcelona se saldaban con sendas pérdidas de balón, y Georgios Printezis ponía el 0-5 en apenas dos minutos.

Sería Juan Carlos Navarro el que, con un tiro imposible, estrenara la anotación de los catalanes y borrara las dudas de su equipo en los primeros compases del partido. La dureza que mostraba Olympiacos desde el inicio parecía superar al Barça, sorprendido por el alto ritmo que exigían los griegos. Es más, todas las opciones ofensivas de los de Xavi Pascual se basaban en buscar el tiro lejano, sin igualar el tono físico de los del Pireo.

Dureza y efectividad griegas

La versión que estaba ofreciendo Olympiacos era radicalmente opuesta a la del primer partido de cuartos. Explotando su dureza y solidez bajo los aros, y jugando al límite de la falta en defensa, planteaba muchos problemas a los interiores del FC Barcelona, que se encontraban con un muro infranqueable.

Los engranajes griegos empezaban a funcionar muy temprano, y añadiéndole a ellos la presencia de Vassilis Spanoulis, que también sumaba para los suyos, Olympiacos conseguía la máxima ventaja hasta el momento, 8-13. Pascual buscaba, entonces, las rotaciones para revertir el mal inicio de los suyos. Con Mario Hezonja, Tibor Pleiss y Álex Abrines en pista, afrontaba los últimos minutos del cuarto. Además, cambiaba al director de juego y daba entrada a Marcelinho Huertas, pero el juego del Barça no acababa de ser lo fluido que el entrenador catalán buscara.

El FC Barcelona estaba cayendo en sus propios errores: balones perdidos, pocas ideas defensivas y una exigencia defensiva muy baja a tenor de lo que estaba en juego, que era marcharse a Grecia con un 2-0 en el bolsillo. Así, el primer cuarto acababa con el 10-15 en el Palau y cuatro pérdidas de balón.

Un parcial de 0-6 abría el segundo período y ponía el 10-21, una diferencia conseguida, en parte, por el acierto desde la línea de 6’75 de los griegos, que rozaba el 80%. Por otro lado, Spanoulis daba a Olympiacos la confianza necesaria para creer en igualar la serie, y es que no descansaría hasta bien entrada la segunda mitad del cuarto. El Palau, descontento con las decisiones arbitrales, hervía, pero los de Giannis Sfairopoulos seguían a lo suyo y hacían dudar al Barça.

El Barça, siempre a remolque

Los azulgrana intentaban igualar el tono físico exigido por Olympiacos, pero no daban con el resultado esperado, así que optaban por forzar los 1c1 de sus hombres exteriores para encontrar los huecos y forzar las ayudas y las faltas de los helenos. Sin embargo, la falta de acierto del Barça le mantenía muy lejos del conjunto griego, 17-29 a cuatro minutos y medio para el descanso.

Con el regreso de Spanoulis a la cancha, Pascual buscaba emparejarlo con Satoransky, para conseguir alguna ventaja física del checo y evitar que el capitán de Olympiacos acabara por sentenciar al Barça. Bajo los aros, el FC Barcelona mostraba su debilidad, así que tendría que ser desde el perímetro, con los lanzamientos de Navarro, la manera cómo recortar diferencias antes de la segunda parte.  Nerviosos y precipitados en sus acciones, los azulgrana no terminaban de entrar en el partido, tiempo que Olympiacos aprovechaba para seguir sumando y marcharse al descanso con el 25 a 35.

Las dos primeras acciones de la segunda mitad daban aire a un FC Barcelona que volvía de los vestuarios con un extra de motivación, y evitaba que los griegos sumaran cómodos. Acumulando dos buenas acciones defensivas, y con un Palau entregado, los de Pascual se colocaban a cuatro puntos en un minuto y medio. Printezis se encargaba de anotar por la vía rápida y volvía a establecer diferencias cercanas a los diez puntos en el electrónico.

El Barça mostraba su cara más agresiva, luchando cada balón como si fuera el último, buscando a Tomic en la pintura, pero Spanoulis se conectaba a tiempo y echaba por tierra las aspiraciones catalanas. El griego volvía a colocar a los suyos a siete puntos, y dirigía al equipo hacia ataques elaborados y efectivos. El tiro exterior estaba condenando al Barça, que no daba con la tecla para evitar los tiros liberados. Matt Lojeski y Printezis se sumaban al recital de tiro que estaba dando Olympiacos, y recuperaban el +11 a dos minutos para el último cuarto. El tercer cuarto pasaría my rápido para el FC Barcelona, que, a pesar de haber mejorado en defensa tras el descanso, cedía en el peor momento y empezaba a firmar su caída en Barcelona.

Los griegos no dan descanso

Olympiacos no daba tregua a un Barça falto de ideas en ataque y muy débil en defensa, y se marchaba de 15 tras tres minutos del último asalto. La comodidad con la que estaban jugando los helenos, con posesiones en las que los tiros eran buscados y las segundas opciones les eran favorables, pasaba por delante del buen hacer de Tomic cerca del aro. El croata se convertía en la referencia ofensiva de los catalanes, y es que casi todos los balones pasaban por sus manos para generar el juego.

Tras unos minutos de desconcierto entre las filas griegas, Spanoulis convertía un triple frontal y dejaba visto para sentencia el encuentro. El encuentro finalizaba 63-76, victoria que iguala la serie para Olympiacos. Printezis, con 22 puntos y nueve rebotes, y Spanoulis, con 16 puntos y un 4/7 desde la línea de 6’75, impusieron su ley en el Palau Blaugrana

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Sobre el autor
Maria Cerezuela
Licenciada en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, aquí intento unir, lo mejor que puedo, mis 2 pasiones: el baloncesto y el periodismo.