Felipe Espartaco Reyes se ha convertido en patrimonio del club blanco. El pívot cordobés permanecerá en la plantilla, al menos, hasta 2015. El acuerdo entre ambas partes era prácticamente total, pero han preferido dejar transcurrir unos días tras la enorme victoria en la Final de Liga Endesa frente al eterno rival.
Precisamente Reyes fue elegido MVP de la final, revalorizando su papel como hombre clave en la franquicia. Reyes recaló en la disciplina blanca en 2004 procedente del Estudiantes y se ha convertido en la gran referencia bajo los aros del Real Madrid de la última década. A sus mejores armas como el pundonor, la entrega, y la enorme capacidad reboteadora, ha sumado una inmensa mejora en los tiros libres y de suspensión a cuatro metros
Desde su llegada a la casa blanca, Reyes ha cosechado trofeos colectivos como tres Ligas, una Copa del Rey, una Supercopa de España y una Copa ULEB, pero también a nivel individual: dos veces MVP de las finales, una vez MVP de la Liga y segundo máximo reboteador histórico de la competición.
Credenciales más que suficientes a la que suma su magnífica trayectoria con la selección española desde la época de los junior de oro. Esta temporada, ha promediado por encuentro 9,7 puntos y 5,6 rebotes para un total de 12,8 de valoración en la Liga regular, mientras que en los playoff hizo 10,8 puntos por partido, 5,1 rebotes y 11,4 de valoración. En la final de la ACB, en la que fue nombrado MVP, llegó hasta los 12,2 puntos, 5,2 rebotes y 13 de valoración.
Todo ello demuestra que a Felipe todavía le queda mucha gasolina pese a sus 33 años. En la renovación no sólo ha tenido que ver su compromiso y peso en el equipo, sino la perfecta sintonía con el entrenador Pablo Laso. Recordar que Reyes tuvo más de un enfrentamiento con Messina y su forma de juego, pero con el coach vitoriano comulga a las mil maravillas. Además, ha aceptado con lógica e inteligencia su disminución de minutos por las amplias rotaciones, permitiendo que su brillante carrera se prolongue algo más en el tiempo.