Otra entrada de gala en el Palacio para ver el derbi número 100 en Liga entre Madrid y Estudiantes. El clásico del baloncesto madrileño, esta vez más desequilibrado que nunca a priori. Los blancos invictos e intratables frente a unos estudiantiles en apuros y muy abajo en la tabla. Felipe Reyes causaba baja por unos problemas en el cuello, pero el resto de ambas plantillas estaban listas para afrontar el duelo. Primeras transiciones lentas y en estático, donde los colegiales aguantaban el tipo gracias a los puntos de Ivanov. Muchos fallos en los dos equipos.
Con el transcurso de los minutos más estudiantiles fueron anotando, como Colom o Banic, por lo que Laso preparó las primeras rotaciones. Puso en cancha a Sergio Rodríguez que imprimió un ritmo extra al partido. Ello, sumado a unas defensas cada vez más agresivas y ajustadas subieron la intensidad. Kyle Kuric anotaba su primer triple (casi un milagro teniendo en cuenta el horrible año que lleva en esta faceta), permitiendo que el Estudiantes se llevara el primer cuarto por 16-19. De momento sorpresa ante la gran resistencia del Maeztu.
Presentando batalla
Azuzados por Laso, los blancos despertaron del topor inicial y comenzaron a dominar el tempo de las transiciones. Gracias a ello los merengues forzaron buenas jugadas individuales explotando su superioridad en el uno contra uno. Parcial de 7-0 e inmediato tiempo muerto de Txus Vidorreta. Los colegiales se estaban cargando de faltas de tiro y perdiendo solvencia en el ataque. Importante en todo ello los puntos de un Carroll en modo asesino y la gran intimidación de Mejri en la pintura. Pero el Estu seguía en el partido gracias a un afilado Kuric.
Ahora el que pedía tiempo era Laso tras volver las tablas al marcador. Y precisamente la total igualdad fue la tónica en los siguientes minutos. Intercambio de canastas en medio de un mar de errores, puesto que los porcentajes de tiro durante toda la primera parte dejaron mucho que desear. Partido muy farragoso, estático y con defensas de manos largas que le vino como anillo al dedo a los colegiales. Pese a frenar en anotación al Madrid, el Estu también llegó al bonus de forma prematura. Carrusel de libres y a vestuarios con un apretado 37-35.
El duelo se calienta
Tras la reanudación el Madrid sacó de base a Dontaye Draper y cambió el sistema a una zona 2-3. Un magnífico canastón a aro pasado de Niko Mirotic despertó al público del Palacio, mientras que los merengues abrían una ligera ventaja. El Estudiantes estaba pasando una importante pájara en ataque y tampoco cerraba bien los rebotes. Los blancos comenzaban a dominar en todas las facetas, salvo en la pintura donde Lucas Nogueira estaba dando un recital de pinchos e intimidación. Aún así parcial 8-2 del Madrid.
La máxima diferencia se afianzaba con un mate estratosférico de Rudy Fernández, que la clavó hasta el codo tres cazar el rebote en el aire. Eran los primeros puntos del escolta balear, que materializaban un 10-0 y rompían la barrera psicológica de los diez puntos. Sin embargo, el partido no terminaban de romperse definitivamente. Tras varias acciones extrañas en la que el balón pareció salirse literalmente del aro, un triple de Jaime Fernández les permitía respirar un poco. 56-48 al final del tercer cuarto y mucho por decidir aún.
Horadando la roca
El último parcial amanecía con un triple de Rudy. Y la clarividencia desde el perímetro fue continuada por Sergio Rodríguez. La inmensa amplitud del banquillo blanco les permite rotar bases con gran solvencia. Después de que Draper desgastara a sus marcas con su potente físico, salía fresco el Chacho para percutír desde el 6.75. El Estudiantes había hecho un trabajo excelso reteniendo la anotación blanca y respondiendo con buenas jugadas elaboradas, pero se les estaba acabando la gasolina. Pese a ello, Kuric anotó cinco puntos seguidos y provocó el cabreo de Laso.
En los últimos minutos y con todo ya decidido se vio todo un recital de tapones en ambas zonas. Nogueira probó de su propia medicina en un pincho espectacular de Marcus Slaughter. Gran partido del Estudiantes, que lo planteó de manera perfecta desde lo táctico y el pundonor. Sin embargo, el duelo se le hizo largo y los madridistas se llevaron una trabajada victoria por 72-57. Con ello el Madrid ratifica liderato e incrementa su marca liguera hasta el 7-0. La potencia de fuego y polivalencia de los blancos es evidente hasta en un partido gris.
Protagonistas
El mejor del duelo fue Nikola Mirotic (16 puntos, 13 rebotes, 3 robos para 25 de valoración). De nuevo el ala-pívot dio un clinic de calidad en varias facetas del juego. Muy intenso en la zona y con porcentajes de tiro encomiables. También destacable el encuentro de Sergio Llull (15 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias) que salió como un torbellino y fue desgastando a los bases rivales gracias a sus transiciones eléctricas. Jaycee Carroll (12 puntos), y Sergio Rodríguez (11) también percutieron desde la larga distancia.
Por el aguerrido Estudiantes destacó el cañonero Kyle Kuric (17 puntos, 3 rebotes, 3/5 en triples), que volvió a encontrar sensaciones con su muñeca después de un comienzo de temporada ciertamente hediondo desde la larga distancia. Ivanov (9 puntos, 6 rebotes) comenzó aportando mucho, pero se fue diluyendo cual azucarillo. Por último, destacar la gran voluntad de Quino Colom (6 puntos, 3 rebotes, 4 asistencias, 2 robos) incasable pero falto de recursos.