Vuelta al Palacio con menos de 48 horas de descanso tras el partido de Euroliga. En frente un Fuenlabrada en la parte baja de la tabla y con la notable ausencia del pívot estadounidense Marcus Arnold. El duelo comenzó con un fluido intercambio de canastas y los del Fuenla respondiendo al fuego cruzado. Llull se mostraba imparable cara al aro, enchufando desde distintas posesiones y dando un ritmo muy elevado al partido. Los de Txus Mateo no se amedrentaron y mantuvieron la paridad en el marcador gracias a los misiles de larga distancia que conectaron Feldeine y Vega.

Ya avanzado el ecuador del cuarto, Laso puso en pista las primeras rotaciones. Esta vez contó con un hombre que no estaba teniendo minutos a estas alturas de partido: Dani Díez. La jugada pareció despistar un tanto a los fuenlabreños, que tuvieron que reajustar las marcas. Sin embargo, el Madrid no terminaba de encontrar una ventaja significativa, cuando llegaron a un +6 apareció la figura de Andy Panko, lanzándose contra la zona blanca y forzando buenas personales de tiro. Primer parcial muy igualado que culminó 26-22.

Panko contra el mundo

El panorama cambió según amanecía el segundo parcial. A los fuenlabreños les dejaron de entrar los tiros a media y larga distancia. Ello sumado a que el Madrid se hizo con el dominio del rebote les cortó el grifo anotador. Con Felipe Reyes dominando la zona y Sergio Rodríguez enchufando desde el perímetro se produjo un parcial de 5-0 que abría las diferencias. La mala noticia llegaba cuando el propio Reyes pisaba mal al recoger un rebote y se torcía claramente el tobillo. El capitán tuvo que abandonar el partido cojeando sensiblemente. Las diferencias se mantenían y Panko ya llegaba a los dobles dígitos en anotación.

El partido se volvió mucho más trabado y la anotación decreció notablemente. Los blancos se mostraban algo faltos de gasolina, como ya se vio en el último cuarto del partido contra el Galatasay. Las transiciones eran espesas y por momentos el partido se convirtió en un duelo a cara de perro entre los dos último MVP de la Liga. Mirotic y Panko se lo tomaron como algo personal. La vuelta a pista de Llull reactivó la anotación. El Aeroplano de Mahón estaba clarividente en los tiros. Gracias a ello el Madrid superó la barrera de los diez puntos por vez primera, aunque un inconmensurable Panko se encargó de reducirla dándole vida a su equipo. Descanso en el Palacio con 51-42 y mucho por decidir aún.

Pasando el rodillo blanco

Rudy, que no había salido en el quinteto inicial, tampoco lo hizo en la segunda mitad, dejando claro que este partido no lo iba a jugar dando descanso a su maltrecha espalda. Tras la reanudación los blancos salieron más enchufados que el Fuenlabrada y lo aprovecharon para dar un mazazo definitivo. Parcial demoledor de 15-6 e inmediato tiempo muerto de un Txus Mateo al que ya no le salían las cuentas. Mirotic y Llull seguían quirúrgicos en ataque, mientras que los naranjas vivían exclusivamente del iluminado Panko, quedándose ya sin recursos. A la fiesta anotadora se unía en la zona Bourousis, que metió hasta cuatro canastas consecutivas sin fallo y aumentó la tremenda sangría. Cuarto perfecto de los merengues y un lapidario 77-58.

El festival anotador se prolongó durante todo el último cuarto, guiado por un Sergio Rodríguez pletórico. Las distancias se mantenían en torno a los 20 puntos, un abismo ya insalvable para los fuenlabreños, que le pusieron pundonor pero se vieron muy escasos de recursos, variaciones tácticas y relevos desde el banquillo. Mejri y Eloy Vargas se picaron en la pintura dándole algo de intensidad al partido. La lucha acabó con un mate monstruoso del tunecino en la cara del dominicano. Sin ninguna tensión transcurrieron los últimos minutos, en los que los naranjas pusieron un poco de maquillaje. El Madrid de los récords sumaba su victoria 15 en Liga por un abultado 96-81 empatando el mejor arranque liguero de todos los tiempos.

Protagonistas

Impresionante partido de un imperial Nikola Mirotic (23 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 5 faltas recibidas para 34 de valoración). El genio hispano-montenegrino firmó unos porcentajes de tiro prácticamente inmaculados (6/7 en tiros de dos, 2/3 en triples, 5/5 en libres) demostrando una vez más que es el mejor de Europa en la actualidad. No le fue a la zaga Sergio Rodríguez (17 puntos, 7 asistencias, 3/6 en triples para 23 de valoración). El Chacho mantiene su dulce momento de forma rompiendo la cintura de sus defensores, viendo juego con brillantez y lanzando misiles venenosos.

Sergio Llull (15 puntos, 3 rebotes, 4 asistencias, 2 robos, 3/4 en triples para 20 de valoración) fue un motor incansable, que le dio ritmo a un Madrid un tanto dormido en la primera mitad, y luego acompañó a sus camaradas en el festín anotador de la segunda parte. Cierra el apartado de destacados el joven Dani Díez (14 puntos, 4 rebotes, 4/8 en triples). La perla de la cantera aprovechó la ausencia de Rudy para disputar 24 minutos que le supieron a gloria. Afilado desde la larga distancia y muy serio en defensa.

Por el Fuenlabrada un hombre fue su Alfa & Omega. Hablamos de Andy Panko (27 puntos, 8/11 en tiros de dos, 8/8 en libres para 30 de valoración). El MVP de hace dos temporadas demostró que su muñeca sigue caliente pese a sus 36 primaveras. Hasta el descanso mantuvo a los suyos en el partido, dando toda una lección de pundonor y acierto. El problema es que se quedó sólo en su guerra contra el mundo, sólo Cabezas (11 puntos) y Paunic (11) alcanzaron los dobles dígitos en anotación.