Olympiacos prolonga la serie en un agónico final

Los blancos tuvieron un tiro libre de Llull para mandar el encuentro a la prórroga, pero finalmente habrá cuarto partido en Atenas. Espectacular el ambiente, en una auténtica olla a presión. El héroe de los helenos fue Bryant Dunston (21 puntos, 9 rebotes, 32 de valoración). El Madrid fue de menos a más y a punto estuvo de cerrar la eliminatoria, pero tendrá que afrontar un nuevo reto este miércoles. Rudy y "Chacho" sus mejores hombres. (Foto:Mundodeportivo.com)

Olympiacos prolonga la serie en un agónico final
Rudy intenta penetrar ante las torres griegas
carlosdelarosa
Por Carlos de la Rosa Llano

Tercer partido de la serie de playoff y primera visita al infierno griego, una de las canchas más calientes y exigentes de Europa. El Madrid con una jugosa ventaja y las primeras bolas de partido frente a un vigente campeón contra las cuerdas, pero más motivado y enfurecido que nunca. Ambiente de altos decibelios y comienzo con buen intercambio de canastas donde ningún equipo se mostraba amedrentado. Los helenos salieron con un quinteto algo más bajo del habitual, pero también más rápido y polivalente, con lo que consiguieron canastas desde muy diversas posiciones. 

Para contrarrestar el gran juego interior de los griegos el Madrid tiró de una de sus armas favoritas: el acierto desde la larga distancia. Gracias a tres triples casi consecutivos los blancos aguantaban en el partido, pero el Olympiacos dominaba el ritmo y abría la primera ventaja. Encuentro muy trabado, en el que las marcas se fueron ajustando y en cada transición se protestaban faltas y bloqueos. Mucha presión para los árbitros y frecuentes errores no forzados de los jugadores. El misil desde la frontal del asesino Lojeski (cada vez más relevante en la serie) cerró el cuarto con 23-15 y muchas dificultades para los merengues.

Los helenos aprietan las tuercas

Olympiacos seguía muy acertado en la pintura, buscando a sus hombres altos tras el pick&roll y consiguiendo canastas fáciles. A los pocos minutos del segundo parcial entraba en pista el cañonero Jaycee Carroll, que no jugaba desde febrero, justo tras ganar la Copa del Rey. Buena noticia, pero el mormón está evidentemente muy fuera de forma. En medio de la algarabía del abarrotado pabellón de la Paz y la Amistad (irónico nombre teniendo en cuenta la agresividad de los aficionados), los griegos se iban por encima de la barrera psicológica de los diez puntos, demostrando que tienen un enorme potencial en lo táctico y físico. Un Lojeski insolente posterizaba a Mejri con un enorme mate, y el Madrid cada vez se empequeñecía más.

Llevados por la testosterona el Olympiacos se dedicó a dar palos, como la tremenda falta del armario empotrado Mardy Collins a Rudy. Realmente dura la defensa de los helenos, evidentemente fomentada por unos árbitros más permisivos con el equipo de casa. Con tanta beligerancia ambos conjuntos se estaban cargando de personales, y llegaban al bonus cuando aún restaban minutos. Atmósfera opresiva de miles de almas que no dejaban de corear y botar, mientras que en la pista la exigencia física iba incrementándose por segundos. La bestia Dunston se estaba dando un auténtico festín en la pintura. Gracias a una canasta de Rudy la primera mitad terminó 45-38. Mucho sufrimiento, pero los blancos aún vivos.

Duelo sin respiro

La reanudación amanecía con la misma intensidad frenética en cada transición. Rudy seguía tirando del carro anotador con dos triples consecutivos y reducía un tanto la ventaja, pero Olympiacos seguía defendiendo como un chicle, siempre al límite de la personal. Ahora eran los griegos los que llegaban al bonus. Algunos jugadores estaban perdiendo los papeles con un juego tan rápido, y al propio Rudy le pitaban una técnica por protestar un fuerte contacto. Batalla campal y tiempo muerto de Laso intentando tranquilizar a los suyos y reajustar las defensas interiores, donde Dunston y compañía seguían encontrando aro con facilidad.

Cada vez que el Madrid se acercaba un tanto en el electrónico, aparecía alguna de las estrellas griegas para enfríar el intento de remontada, como el triple sobre la bocina de posesión del genio Spanoulis. Banquillos y graderío ya ni siquiera se sentaban, generando una atmósfera de baloncesto puro. Lucha de pesos pesados en la que ambos conjuntos se intercambiaban canastas a una velocidad impropia para el Olympiacos, que gusta de frenar el tempo. Pero los griegos se veían fuertes, y querían acabar el partido por la vía rápida. Llull anotaba puntos y mantenía a los suyos con esperanza. Ahora era Cedric Simmons el que se colgaba del aro, y el eléctrico tercer cuarto culminó 65-58. Partidazo.

Los tiros libres deciden

Minutos finales de infarto con los dos equipos dándolo todo sobre la pista y un evidente desgaste físico por luchar al máximo en cada posesión. Con una gran jugada de Rudy remontando la línea de fondo y asistiendo a Reyes para culminar un 2+1, el Madrid se ponía a tan sólo tres puntos en el marcador. Los blancos estaban luchando hasta el último suspiro. El marcador se clavó en esa escueta ventaja de los helenos durante varios minutos, ahora los nervios comenzaban a atenazar las muñecas y cada canasta costaba un mundo.

Ahora era Olympiacos el que estaba sufriendo una importante caraja, el parcial de los blancos seguía aumentándose y los locales veían la eliminación como una realidad. Pero en los momentos de la verdad es cuando aparecen los grandes, como Spanoulis, para conectar un triple venenoso. Los compases finales transcurrieron con los dos equipos bailando un chotis en el marcador. El Madrid había vuelto desde el infierno y estaba presentando enorme batalla. Carrusel de tiros libres en el que tanto Petway como el Chacho fallaron uno, por lo que se llegaba a los últimos 8 segundos con empate. Y con una nueva falta desde la línea Llull se quedó corto y el partido terminó 78-76. Los griegos alargan la serie con tremendo sufrimiento. Magnífico partido de baloncesto y mucho por jugar aún.

Protagonistas

El mejor del partido fue un titánico Bryant Dunston (21 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias, 2 robos, 9/10 en tiros de dos, 32 de valoración). Espectacular el pívot estadounidense, que se mostró imparable para la defensa merengue y dejó en evidencia a todos los defensores que intentaron frenar su ímpetu y acierto. Una fuerza de la naturaleza que fue secundado por el genio Vassilis Spanoulis (17 puntos, 4 asistencias) junto al trabajo incansable de Matthew Losejki (11 puntos, 4 rebotes) y Brent Petway (11 puntos). Ellos fueron el núcleo de un Olympiacos muy compacto.

Por el Madrid destacar sobremanera a cuatro hombres. Sergio Rodríguez (19 puntos, 3 rebotes, 4 asistencias) y Rudy Fernández (18 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 3/5 en triples), fueron los más destacados. Pero les acompañaron en su encomiable cuasi remontada Sergio Llull (16 puntos, 5 faltas recibidas) y Felipe Reyes (13 puntos, 7/9 en tiros libres). Todos dieron la cara en distintas fases del duelo y a punto estuvieron de cerrar la eliminatoria. Pese a sus esfuerzos la guerra continúa.

 

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Sobre el autor
Carlos de la Rosa Llano
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED. Redactor jefe del Real Madrid de baloncesto en VAVEL, corrector y editor de la revista literaria El Mar de Tinta, experiencia previa en grandes empresas como Cadena SER y RNE. Doctorando especializado en Redacción periodística, Abogado, Master en Derecho Privado, miembro del ICAM y la Asociación de la Prensa de Madrid desde hace 10 años.