Primer partido de la temporada regular entre un Madrid ambicioso que viene de ganar la Supercopa y busca reconquistar la Liga a toda costa frente a un Gran Canaria con buena plantilla y el fichaje estrella del gran Aíto García Reneses a los mandos de la nave. Rudy causaba sensible baja por los merengues, ya que no se pudo recuperar a tiempo de las molestias que lleva arrastrando toda la semana. Con esas premisas amaneció un duelo de transiciones largas y escueta anotación, donde los blancos tomaron una ligera ventaja inicial (12-6 al ecuador del primer parcial).
Sin embargo, el Madrid no conseguía dominar el ritmo del partido y los amarillos concatenaron buenas canastas de pick&roll para volver a igualar la balanza. Laso decidió confiar en Chacho de base puro y Llull como falso escolta, abriendo la pista, pero perdiendo en centímetros. Con ello, volcó casi todo el peso defensivo en Maciulis. Las rotaciones de Aíto con Urtasun por fuera y el gigante Tavares en la pintura estaban funcionando y todo seguía en un pañuelo. Con la contra llevada de forma supersónica por Llull y culminada por Ayón el primer cuarto se cerrara con 17-16. Tensa igualdad.
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El segundo parcial comenzó con dos triples asesinos de los canarios permitiéndoles ponerse por delante. Urtasun estaba haciendo travesuras en la media distancia, mientras que los merengues se mostraban indolentes en las marcas y poco solidarios en las ayudas. Para imprimir mayor carácter entraban en pista Reyes y Nocioni en doble cambio. La electrocución del Madrid era importante, y el Gran Canaria entraba en la zona con facilidad pasmosa. Tras un magnífico alley-oop culminado por O´Leary los insulares se iban ya a +7 (23-30), por lo que Laso tuvo que pedir inmediato tiempo muerto. Más rotaciones y ahora entraban los cañoneros Carroll y Rivers, que buscaban frenar la sangría. La fórmula pareció funcionar y los blancos vieron aro tras minutos de sequía.
De nuevo hubo minutos de paridad en el electrónico, con los dos conjuntos pensándose mejor los tiros. Pero esa zozobra en la anotación la rompió de manera brillante Tomás Bellas con cinco puntos consecutivos incluyendo un triple desde las Islas Canarias. El Madrid se iba cargando de personales y llegaba al bonus, mientras que los isleños seguían doblando balones interiores para que sus torres como DaJuan Summers siguieran produciendo. Final de la primera parte con un sorprendente 38-43 favorable a los canarios, que dominaron claramente en el segundo parcial y se mostraron más afilados en los tiros. Los amarillos tenían mejores guarismos en tiros, rebotes y asistencias, mientras que los de Laso fueron a tirones, poco cohesionados aún.
Sudando la victoria
Tras la reanudación los blancos percutieron más en la zona y redujeron las distancias a base de tiros libres. Con ello los de Laso conectaron un parcial de 6-0 y recuperaron el mando, pero los puntos del canadiense Levon Kendall demostraban que el Gran Canaria seguía firme en el partido. El Madrid estaba recrudeciendo la intensidad defensiva, lo que propició pérdidas de balón de los isleños, pero el acierto en los tiros brillaba por su ausencia en ambos bandos. Dentro de un juego muy trabado y físico bajo los aros, el Madrid fue paulatinamente dominando en el marcador. Los canarios estaban ya en el bonus y los puntos desde la línea de personales valían oro. Bourousis fue la punta de lanza anotadora de los blancos que cerraron el sufrido tercer cuarto con ventaja de 54-45. Los canarios sólo metieron dos puntos en todo el parcial.
Tras más minutos de jugadas deslavazadas, K.C. Rivers conectaba un triple que permitía a los merengues alcanzar la barrera psicológica de los diez puntos. El encuentro estaba siendo mucho más duro e irregular de lo que se esperaba en un comienzo, pero los locales conseguían aguantar una diferencia cada vez más jugosa según avanzaban los minutos. Todo ello aderezado con una ingente cantidad de faltas personales que frenaban el tempo del partido. Gustavo Ayón conectaba un tiro desde cuatro metros y llegaba a las dobles figuras en puntos-rebotes. Otros dos misiles desde el perímetro, esta vez de Nocioni y Chacho, terminaban de doblegar la envidiable resistencia de los canarios durante todo el partido. Sufrida victoria (70-57) de un Madrid al que aún le falta tiempo para encajar en el engranaje de grupo a todas sus nuevas piezas.
Protagonistas
Los mejores del duelo fueron las dos torres interiores del Madrid. Por un lado Ioannis Bourousis (14 puntos, 7 rebotes, 8/9 en tiros libres, 6 faltas recibidas, 22 de valoración). El gigante heleno estuvo intenso en la zona, con buenos movimientos que le permitieron forzar faltas de tiro que transformó de manera quirúrgica. No le fue a la zaga Gustavo Ayón (10 puntos, 13 rebotes, 19 de valoración), que cerró la pintura y llegó al doble-doble con una facilidad pasmosa, demostrando que es un refuerzo de auténtica calidad.
Por el destacado Gran Canaria subrayar el partido de Tomás Bellas (13 puntos, 4 asistencias, 15 de valoración), que metió puntos importantes cuando a los suyos se les cerró el grifo anotador. También intenso el partido de Ian O´Leary (6 puntos, 9 rebotes, 15 de valoración) demostrando que tiene muelles en las piernas. Por último nombrar al australiano Brad Newley (8 puntos, 5 rebotes), ya todo un clásico en el conjunto isleño, que siempre derrocha implicación.