Comienzo de la segunda vuelta de este primer grupo en la Euroliga. Los blancos visitaban la siempre caliente cancha del Zalgiris, que marcha con una buena marca de 3-2. Por los madridistas seguía causando baja Rudy Fernández, que tras su operación en la mano derecha se irá reincorporando a los entrenos del equipo durante la próxima semana. Comienzo fulgurante de encuentro en el que los lituanos impusieron un ritmo frenético, aprovechando a la perfección los errores merengues para lanzar veloces contras. Gracias a dos triples de Jankunas abrieron una diferencia inicial (10-4), pero el Madrid fue paulatinamente recuperándose.
Respondía por los blancos Maciulis, un lituano crecido en la filas del Zalgiris, pero ahora aportaba puntos para los de Laso. Sergio Rodríguez entraba rápidamente en pista para intentar cambiar el tempo del duelo. El genio canario lo consiguió una vez más, propiciando ataques eléctricos y acertados, por lo que el marcador se apretaba tremendamente. Un triple asesino del Chacho cuando se agotaba la posesión puso a los blancos por vez primera por delante. Fue un punto de inflexión, ratificado por otro misil de larga distancia del afilado Nocioni. Gracias a ello, el Madrid dio la vuelta al resultado, cerrando el primer cuarto con jugosa ventaja (14-24).
Zalgiris mantiene el pulso
Mismo ritmo de disfunciones se vio en el amanecer del segundo parcial. Si los lituanos pensaban las jugadas hacían daño a los merengues acercándose en el resultado (guiados por James Anderson y Jankunas). Pero en cuanto se enmarañaban en sus transiciones o perdían el hilo en las posesiones estáticas, el Madrid sacaba tajada gracias a la excelsa calidad de sus jugadores. Nocioni fue un buen ejemplo, demostrando que es perro viejo y aprovecha al máximo todo defecto rival. Carrusel de rotaciones que permitieron entrar en juego a hombres como Llull y Rivers.
El partido se fue transformando en rocoso y muy duro en las marcas. La presión ambiental del siempre ruidoso público local se fue notando, mientras que el clásico Jasikevicius (ya retirado y formando parte del staff técnico del Zalgiris) daba apoyo moral a los suyos desde el banquillo. Cuando las cosas se ponen difíciles siempre aparece el capitán Felipe Reyes, que metió puntos importantes y dio un plus de intensidad en la pintura. Pero los lituanos no perdían la cara al partido e impusieron un parcial positivo gracias a veteranos de siempre como Javtokas. Eso, sumado al tremendo triple de un James Anderson on fire, hizo que el partido se marchara al descanso 38-38 en el marcador y todo por dedicir.
Sufrir, remontar y ganar
Tras la reanudación continuó el intercambio de canastas y los cambios en pista, entrando en juego veteranos como Darius Songaila. Mucha igualdad en el marcador y los dos equipos volcando mucho el juego en el pick&roll con los hombres altos, intentando asegurar los puntos. La situación fue adecuadamente aprovechada por el Titán de Nayarit Gustavo Ayón, pero los dos conjuntos seguían bailando un chotis en el electrónico. El gigante mexicano estaba rayando a gran intensidad, pero el resto de compañeros se mostraban desacertados, lo que aprovechaba a la perfección un afilado James Anderson. Debido al evidente desacierto de los blancos en los tiros, el tercer cuarto culminó con un amenazante 57-53 favorable al Zalgiris.
El Madrid seguía con una acuciante caraja en la anotación, y el partido se tornaba cada vez más dramático según transcurrían los minutos. Los de Kaunas estaban planteando un duelo de guerra de guerrillas muy rocoso, atrapando a los merengues cual mosca en su telaraña defensiva. Los puntos subían con cuentagotas al marcador, lo cual favorecía siempre a los locales. La hecatombe merengue estaba siendo significativa, ciegos de cara al aro y siempre por debajo. Laso pedía un desesperado tiempo muerto (siete puntos abajo a falta de cuatro minutos) buscando un revulsivo final.
Y a base de tremendo sufrimiento y guiados por un iluminado Sergio Rodríguez los blancos consiguieron dar la vuelta al duelo en los instantes finales y llevarse el agónico partido por 66-68. Tras un carrusel de tiros libres los de Laso supieron aguantar mejor la calma y se beneficiaron del fallo en el tiro final del conjunto báltico. Tremenda victoria in extremis del Madrid, que alcanza el 5-1 en el Grupo A, ratificando el liderato en solitario tras la derrota del anterior co-lider el Efes turco.
Protagonistas
Espectaculares los últimos minutos de Sergio Rodríguez (14 puntos, 7 asistencias, 15 de valoración). Cuando todo parecía perdido el genio de La Laguna sacó la batuta para llevar los mandos de la nave y anotar dos tiros libres totalmente decisivos. En segundo plano subrayar el trabajo constante de Jonas Maciulis (9 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias), Sergio Llull (11 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias) y Andrés Nocioni (10 puntos, 4 rebotes). Ninguno estuvo especialmente brillante en sus respectivas facetas, pero aportaron pundonor en los momentos de la verdad.
Por el combativo Zalgiris que a punto estuvo de llevarse la victoria, dos hombres rayaron a un excelso nivel. Tanto James Anderson (21 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias, 21 de valoración) como Jankunas (17 puntos, 8 rebotes, 3/4 en triples, 18 de valoración), mantuvieron las expectativas de su equipo hasta los últimos segundos. Ambos acabaron exhaustos, pero desempeñaron un esfuerzo encomiable.
Fotos del texto: Realmadrid.com