Comienzo de año y también de Top 16 de la Euroliga con los madridistas necesitados de volver a la senda del triunfo (cuatro derrotas casi consecutivas en Liga). Visita a la siempre difícil cancha del Estrella Roja de Belgrado, todo un clásico del baloncesto continental que ha vuelto a construir un equipo poderoso y muy joven. Espectacular ambiente en un abarrotado Kombank Arena para recibir un partido que comenzó con intercambio de canastas. El gigante Marjanovic (2.22 de altura) dominaba la pintura, pero tanto Reyes como Ayón tiraban de mayor movilidad para sacarlo de la zona y sumar puntos.

Los balcánicos no sólo tienen centímetros dentro, sino que sus tiradores son temibles, lo que rápidamente demostró el bombardero Mitrovic. Según avanzaban los minutos la anotación se frenó de manera drástica. Muchos fallos en ambos bandos y fiereza buscando el rebote y cerrando las segundas oportunidades. El Madrid tomó una ligera ventaja en el electrónico, pero también fue el primero en llegar al bonus de personales, por lo que se neutralizaba la diferencia. Primeras rotaciones que entraban al campo, pero que tampoco ayudaron a desatascar el pastoso encuentro. Final del errático y tenso primer cuarto con 12-15.

Mínima anotación, máxima intensidad

Los blancos (hoy vestidos con la casaca negra) ganaron en velocidad con la entrada de Sergio Rodríguez. El canario imprimió un ritmo extra que aprovecharon tanto Carroll como Rivers para moverse por todo el arco con peligro. Gracias a ello los merengues pusieron el +8 en el electrónico (12-20) y el técnico serbio tuvo que pedir inmediato tiempo muerto. Este pareció funcionar a la perfección, porque los balcánicos respondieron con un fulgurante parcial de 9-0 y le dieron la vuelta al partido, en gran parte motivado por los absurdos fallos de los madridistas en el pase. Ahora era Laso era el que convocaba a los suyos.

Duelo más que rocoso en el que los puntos seguían entrando con cuentagotas. Los triples consecutivos de Rivers y Rudy ayudaron a romper esa zozobra en la anotación y obligaban al técnico Radonjic a gritar otro rato a los suyos por haber bajado la intensidad en las marcas. El Estrella Roja estaba dominando el rebote, pero el Madrid se mostraba algo más acertado en los tiros de campo. A cancha entraba Marcus Slaughter, que ante la ausencia de Mejri volvía a la plantilla, y lo hizo para aportar algún punto y defender con manos rápidas. Todo seguía en un pañuelo, en un duelo donde las tácticas estaban imponiéndose a las individualidad. Al descanso con un ajustado y escueto 31-34.

Zarpazo madridista

El Madrid salió más concentrado tras la reanudación, siempre con un Felipe Reyes que tira del carro una y otra vez. Pero los merengues no terminaban de romper el partido, y al mínimo despiste defensivo aparecían los finos estilistas serbios para igualar las tornas. Especialmente destacado el encuentro del joven Mitrovic, que apunta excelentes nociones técnicas y tiene pinta de que irá a un equipo más grande en breve. Encuentro de parciales, ahora era el Estrella Roja el que firmaba uno de 8-0 con el mate del portento físico Kalinic. Laso se desgallitaba en la banda pidiendo más ayudas y bloqueos para cerrar su zona interior.

El triple de Llull abría otro mínimo hueco favorable al Madrid y el tiempo muerto de los serbios era inmediato. Encuentro casi asfixiante, de estrategias tácticas por los dos entrenadores y posesiones largas, con todas las marcas perfectamente medidas. Rudy Fernández aparecía de manera puntual pero asesina para encontrar aro desde el perímetro. De repente los blancos comenzaron a enchufar lo que no habían metido antes, y dieron un gran estirón que les permitió superar la barrera psicológica de los diez puntos. El Chacho se apuntó a la fiesta desde el 6.75 y el cuarto terminó claramente favorable para los madridistas, que lo cerraron 45-58.

Victoria y protagonistas

La jugosa ventaja cosechada fue suficiente para vencer, pero no fue fácil. Los serbios volcaron el juego a su otra torre interior, el tanque Maik Zirbes, que consiguió una enorme cantidad de puntos y faltas de tiro a base de fuerza y pundonor. Esto no gustó nada a Laso, que pidió hasta dos tiempos consecutivos y se las tuvo tiesas con Bourousis, incluso le sentó ante las malas caras del heleno. Cuando apenas restaban dos minutos los balcánicos enchufaron dos triples consecutivos, y el electrónico se apretaba. Finalmente el Madrid se llevó una importante victoria a domicilio (72-79) en una cancha muy exigente, rompiendo su deriva negativa y comenzando el Top 16 con un buen triunfo.

Anotación muy repartida en ambos conjuntos, aunque destacar sobremanera el partido coral de Rudy Fernández (15 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 2 robos, 3/6 en triples, 4 faltas recibidas, 24 de valoración). Magnífico el escolta balear participando en todas las facetas del juego. También enorme el capitán Felipe Reyes (13 puntos, 3 rebotes, 2 tapones, 4 faltas recibidas, 17 de valoración). Espartaco siempre está cuando se ponen las cosas feas. Cierra los destacados blancos Sergio Rodríguez (12 puntos, 7 asistencias, 2/3 en triples). Después de estar un mes fuera de las canchas con una pubalgia parece que el genio canario va recuperando ritmo.

Por los serbios subrayar el encuentro del rocoso pívot Maik Zirbek (13 puntos, 6 rebotes, 2 robos, 5/7, en tiros de dos, 20 de valoración) que se vino arriba en el último parcial y a punto estuvo de conseguir que los suyos remontaran el resultado. Por fuera reseñar el trabajo de dos jóvenes talentos en plena evolución. Tanto Nikola Kalinic (10 puntos, 6 rebotes, 7 asistencias), como Luka Mitrovic (13 puntos, 3 asistencias) demostraron que la inagotable cantera de los Balcanes sigue teniendo recambio.

Fotos del texto: marca.com y defensacentral.com