Ha llovido mucho desde aquella fatídica noche en Milán. Tras realizar una temporada de ensueño y aplastar al Barça en semifinales, el Real Madrid caía en la final contra el Maccabi de Tel Aviv. Tras cuarenta minutos igualadísimos con final de infarto incluido, el partido se fue a la prórroga, donde los blancos sucumbieron frente un rival crecido en un ambiente idóneo para la machada israelí. Ocho meses después, el Real Madrid se enfrenta a sus fantasmas en un choque con alto contenido emocional.
A culminar la buena racha
Partidazo en 'La Mano de Elías'. Los dos finalistas de la temporada pasada, que también son los dos primeros clasificados del grupo E, miden sus fuerzas en Tel Aviv. El Real Madrid afronta el duelo con la confianza al máximo tras lograr muy buenos resultados en las últimas semanas y permanecer invicto en el Top 16. Este fin de semana, los blancos demostraron tener capacidad de reacción y confianza en sí mismos tras remontar en Gran Canaria un partido en el que llegaron a perder por 15 puntos. Además, Pablo Laso contará con la plantilla a su entera disposición, tras recuperarse definitivamente Jonas Maciulis de sus problemas en el hombro, por lo que el técnico vitoriano deberá hacer un descarte para el choque.
Un Maccabi muy renovado
No ha pasado demasiado tiempo desde la famosa final de Milán, pero al Maccabi le ha dado tiempo a cambiar gran parte de su plantilla. Sólo seis jugadores del equipo campeón continúan hoy, pero el conjunto israelí sigue siendo igual de peligroso. La revolución comenzó por el entrenador, David Blatt. El técnico americano decidió cambiar de aires y probar suerte en la NBA para entrenar al mejor jugador del mundo, LeBron James, y a sus Cleveland Cavaliers. No obstante, el legado de Blatt sigue presente en Tel Aviv, ya que su segundo, Guy Goodes, cogió el testigo el pasado verano. Los cambios siguieron produciéndose, ahora afectando directamente a la plantilla. Tyrese Rice, MVP de la pasada Final Four, y verdugo del Real Madrid en la final con 26 puntos, sorprendió a todos y se marchó al Khimki ruso. Junto a él, otros pilares del equipo como Hickman, Blu o Ingles hicieron también las maletas. Con tantas bajas parecía difícil mantener el nivel de competitividad, pero nada es imposible en las oficinas del Maccabi, que echó el resto para que Jeremy Pargo, uno de los mejores bases de la Euroliga, regresara al club macabeo. Además, Randle y Alexander han mejorado un equipo que, sin ser favorito, vuelve a aspirar a todo. Los americanos Randle, Smith y Pargo lideran al Maccabi en anotación y valoración y forman un trío muy difícil de parar para sus rivales por su talento e intensidad tanto en ataque como en defensa. Y es en defensa donde también aparecen otros pilares del equipo, como Ohayon y Tyus, especialistas en esta faceta. La guinda del pastel es Sofo Schorchianitis, capaz de cambiar radicalmente los partidos sólo con su presencia en la zona.
Todo un clásico del baloncesto europeo
Hablar del Real Madrid y del Maccabi supone referirse a dos de los grandes del baloncesto europeo. Con un palmarés envidiable, ambos presumen de ser dos de los clubes más laureados del continente. Tras la mencionada final de Milán de la temporada pasada, la cifra de enfrentamientos entre ambos llegó a 50, con dominio para los blancos por 29 a 21. Sin embargo, la historia más reciente favorece a los israelíes, que han conseguido el título de campeón de Europa hasta en tres ocasiones en el siglo XXI, mientras que el Madrid logró su último cetro continental hace ya 20 años.
Jugadores a seguir
Jeremy Pargo ha vuelto al Maccabi tras cuatro años de periplo por la NBA y el CSKA, donde no le fueron bien las cosas. En poco tiempo, Pargo se ha convertido en el líder del equipo, y en Tel Aviv ya disfrutan otra vez de sus imparables penetraciones y sus acciones espectaculares. El Real Madrid deberá tener muy en cuenta a este jugador, ya que se trata de uno de los mejores bases de la competición. Además, Pargo ya fue protagonista en la semifinal de la Final Four de 2011, donde el Maccabi eliminó con claridad a los blancos.
Marcus Slaughter vive un gran momento de forma. El americano se ha convertido en la imagen más representativa de la mejoría defensiva del Real Madrid en Euroliga, ya que ahora encaja menos puntos que en la liga regular, fase donde él apenas jugaba. Slaughter no es un jugador que brille por sus estadísticas, pero siempre aprovecha al máximo los minutos de los que dispone. Además, el pívot madridista será uno de los protagonistas del partido, ya que su futuro hace un mes no parecía muy claro y se le llegó a colocar, precisamente, en el Maccabi.