Con el FC Barcelona ya esperando en la gran final, blancos y verdinegros se enfrentaban en otro apasionante choque. Dos equipos que gustan de juego rápido y alegre y tienen una excelsa cantidad de cañoneros de lujo. Los madridistas comenzaron golpeando primero, los triples de Llull y Rudy abrían una ligera ventaja en el electrónico. Por la zona se movía cual pez en el agua Gustavo Ayón, pero el gigante mexicano se cargaba de personales y tenía que visitar el banquillo de manera prematura. Poco tardó en reaccionar la Penya, con las canastas de Savané y Kirksay.
Las faltas estaban siendo la condena de los merengues, que entraban en bonus cuando restaba un mundo, condicionando su defensa. El Joventut le daba la vuelta al partido con un fulgurante parcial de 10-0. La mala racha vino a romperla un afilado Rudy Fernández, que está clarividente desde el perímetro en los últimos encuentros. Siguieron varias transiciones con fuego cruzado desde la larga distancia por parte de los dos conjuntos. Mallet y Kirksay estaban haciendo sangre desde el 6.75 y el primer cuarto culminó con un apretado 26-24.
La Penya toma ventaja
Los triples seguían siendo la principal arma ofensiva de ambos equipos. A transiciones rápidas se sumaban ciertas pérdidas de balón propias de la excesiva aceleración del juego. Primeras rotaciones en pista, y Clevin Hannah que se apuntaba a la fiesta desde el perímetro. El Joventut es un equipo temible cuando está acertado en los tiros, un auténtico microondas muy difícil de desconectar. Por los merengues entraba en juego el guerrero Maciulis, que percutió en la pintura sacando preciosas faltas a sus defensores.
Todo permanecía tremendamente igualado, con los dos rivales haciéndose mutuo daño, primando los ataques individuales a las defensas en zona. Si Nocioni metía un triple desde la esquina rápidamente respondían los badaloneses con las canastas interiores de Savané o Alex Suárez. Los dos técnicos agotaban sus tiempos muertos buscando alternativas tácticas para romper el encuentro. Los verdinegros aplicaban grandes ayudas en defensa, con bloqueos contundentes y dos contra uno. Gracias a ello y su buena muñeca en los tiros, cerraron la primera mitad con ventaja de 52-46.
Gran reacción del Madrid
Tras la reanudación los verdinegros cometieron hasta tres faltas consecutivas, condicionando mucho su intensidad defensiva. Esto lo aprovechó perfectamente el Madrid, que robó balones y corrió la pista con premura cambiando el escenario del partido. Parcial de 9-0 para los blancos e inmediato tiempo muerto de un enojado Salva Maldonado. Savané rompía la zozobra de su equipo, pero el Joventut ya estaba en bonus de personales y el Madrid se lucraba jugando a las cuatro esquinas y buscando mejores posiciones de tiro. Maciulis y Llull percutían desde el perímetro y los blancos alcanzaban rápidamente la mayor ventaja del partido.
Imperial la remontada de los merengues que seguían ampliando el parcial gracias a una defensa intensa, con el culo pegado al suelo, y ataques muy acertados. Los pupilos de Laso materializaban a la perfección el pick&roll en la zona, buscando a sus hombres altos y racionalizando cada posesión. Con ello rompían por vez primera la barrera psicológica de los diez puntos ante un Joventut atenazado. Magnífico el tercer cuarto del Madrid que impuso un parcial demoledor (25-8). La mala noticia fue el esguince de tobillo de Nocioni, que tuvo que abandonar la pista. 60-71 y jugosa ventaja.
A la final y protagonistas
El último cuarto no tuvo excesiva historia. El Madrid no bajaba la intensidad y seguía percutiendo el aro badalonés tanto con triples asesinos (tremendo el porcentaje de los blancos desde el 6.75), como con buenas canastas en la pintura comandadas por el eterno Felipe Reyes. Los verdinegros no bajaron los brazos del todo e intentaron maquillar el marcador. Pese a ello victoria incontestable (83-100) fomentada en el enorme acierto en los triples (16/25 para 64%). La Copa volverá a vivir otra excitante final entre los dos grandes clásicos del baloncesto español.
Anotación muy elevada y repartida entre los merengues. Destacar el partido de Sergio Llull (19 puntos, 4 asistencias, 5/5 en triples, 4 faltas recibidas, 23 de valoración). Totalmente clarividente desde el perímetro, El Aeroplano de Mahón fue un ejecutor implacable desde la larga distancia. Le acompañó en la faena un híper activo Sergio Rodríguez (15 puntos, 7 asistencias, 5/5 en libres, 19 de valoración), que marcó el ritmo del partido gracias a su magia canaria. Cierran los destacados blancos Rudy Fernández (12 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias) y Gustavo Ayón (13 puntos, 5 rebotes) muy intensos en sus respectivas facetas.
Por el FIATC Joventut destacar a cuatro hombres. Sitapha Savané (14 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración), Álex Suárez (13 puntos), Clevin Hannah (10 puntos, 2/2 en triples) y el veterano de mil batallas Sergi Vidal (9 puntos, 4 rebotes, 5 asistencias). Fueron el motor de los verdinegros durante todo el duelo. Les sirvió para terminar la primera parte con ventaja, pero se quedaron sin gasolina al final.
Fotos del texto: ACB.com, Marca.com