El Real Madrid-Khimki abrirá este miércoles la sexta jornada de la Euroliga. Para el conjunto blanco será un encuentro decisivo debido a las dificultades que está teniendo en lo que va de fase regular. Si los blancos perdieran se complicarían más aún la clasificación para el Top16.
Por su parte, el Khimki de Rimas Kurtinaitis llegará a Madrid con ganas de prácticamente cerrar su clasificación para la siguiente ronda y así no meterse en líos en un grupo que por ahora está muy igualado.
Primera 'final' de la temporada
El Real Madrid está viviendo un comienzo de temporada atípico. Los de Laso llevaban varias campañas acostumbrados a arrancar con victorias cómodas y sin sufrir lo más mínimo en la fase regular de la Euroliga. Sin embargo, este curso las cosas han cambiado y los blancos no han empezado bien. La falta de pretemporada, el cansancio acumulado de los internacionales, algunas lesiones que se han alargado más de lo previsto, el altísimo nivel del grupo A... Muchos factores han influido en este grisáceo Real Madrid que de momento no ha enseñado el músculo que demostró tener la temporada pasada.
Aunque Pablo Laso no quería hablar de final en la rueda de prensa previa al partido, lo cierto es que el choque contra el Khimki no está lejos de serlo. Dos de los favoritos para alcanzar la Final Four frente a frente en un auténtico duelo de titanes.
El Khimki llega a Madrid en mejores circunstancias que el vigente campeón, pero la realidad es que una derrota le metería en el saco de equipos que ya ven muy de lejos al líder del grupo, el Fenerbahce de Obradovic. Y del Madrid ni hablemos. Una derrota puede complicarle mucho las cosas, sobre todo teniendo en cuenta que aún debe visitar dos pistas calientes como las del Bayern y el Estrella Roja, además de recibir también al Fenerbahce y a un Estrasburgo que ya le pintó la cara al cuadro merengue hace apenas unos días.
El Khimki de los billetes
El Real Madrid tendrá enfrente a un equipazo. Una plantilla construida a base de talonario que tras conquistar la temporada pasada la Eurocup, ahora es un firme candidato para meterse en la Final Four de Berlín. Kurtinaitis ha conseguido crear con un equipo muy equilibrado y poderoso tanto por fuera como por dentro.
Los rusos aterrizan en Madrid con un balance de 3-2 tras su reciente derrota en Estambul. Allí cayeron contra el Fenerbahce, otro favorito al título en esta igualadísma Euroliga, pero vendieron cara la derrota y a falta de menos de un minuto para el final el marcador mostraba un empate. El Khimki ha perdido dos partidos dando la cara y ha arrasado en sus tres victorias. Esto le convierte en el equipo con mejor average de la competición (64).
Alexey Shved y Zoran Dragic fueron reclutados de la NBA este verano seducidos por los billetes que les puso sobre la mesa el conjunto moscovita, y ambos jugadores están respondiendo con grandes actuaciones, sobre todo el escolta ruso, que es el máximo anotador del equipo (14,4 puntos por partido). Le siguen el 'jugón' Tyrese Rice (11) y el ex ACB Paul Davis (10,5). El pívot norteamericano forma una de las mejores parejas interiores de Europa con James Augustine (también ex Liga Endesa), máximo reboteador (7,2) y mejor valorado del equipo (16,2). Por si este arsenal fuera poco, jugadores de gran nivel como Todorovic, Koponen, Honeycutt o Monia completan una plantilla de un ensueño.
Un partido para olvidar
El equipo blanco habrá repasado con total seguridad el partido de ida en la cancha del Khimki. Aquel encuentro abrió la competición para ambos equipos y el Madrid cayó de forma clara, convirtiéndose en el primer campeón que perdía en su debut de la temporada siguiente. Aquel día a los de Laso no les salió nada y el Khimki dominó de principio a fin con un gran Todorovic. El de mañana será otro partido, con la afición madridista volcada con su equipo, pero el Madrid ya está avisado. Choque de trenes en el Palacio.
Jugadores a seguir
Gustavo Ayón está siendo el mejor jugador del Real Madrid en este primer mes y medio de temporada. El mejicano sigue en la línea ascedente que mostró la pasada campaña y parece no tener techo. Será clave para dominar la zona ante Augustine, Davis y Todorovic.
Zoran Dragic fichó este verano por el Khimki tras una temporada en la NBA en la que apenas jugó. El esloveno no empezó bien y le ha costado adaptarse de nuevo al baloncesto europeo y a los sistemas de Kurtinaitis, pero poco a poco está mejorando y acercándose a su nivel habitual. El pequeño de los Dragic será uno de los jugadores más difíciles de parar para el Real Madrid.